Como nos aproximamos al dia de los abuelos, que lo celebramos el 26 de julio, conmemorando a San Joaquin y Santa Ana, los abuelos de Jesús, les quiero compartir con pedacito de mi corazón.
Tengo casi 22 años, y comparto la casa con mi abuelo desde el dia cero. Raúl es mi abuelo, mi tata de corazon.
Nos adoptamos mutuamente abuelo-nieta y somos un gran dueto. El siempre fue muy especial para mi. Yo no pude conocer a mis abuelos de sangre y Raúl no tiene hijos, por ende, tampoco nietos.
Un gran error en el que solemos caer, por la vida agitada que generalemente llevamos, es en el de ACOSTUMBRARNOS. Siempre lo dije y me lo cuestioné. Pero nunca me habia dado cuenta, que me habia acostumbrado a tenerlo a mi abuelo. A que esté ahi, conmigo siempre disponible. sea para lo que sea que necesite.
Cuando tenía 17 años, me “tropecé” con una hermosa oración “La bendicion de un anciano“. Sí, digo me tropecé. Mi corazón se tropezó, o cayó en la cuenta de que se había acostumbrado. De que quizás no estaba prestando atención de que tenía un abuelo en casa, que siempre estuvo.
No estaba prestando atención en que se abuelo siempre “activo”, poco a poco iba perdiendo la audición, y que necesitaba un poco más de mi paciencia al hablarle, un abuelo que necesitaba que lo mire a los ojos y le hable despacio para que efectivamente pueda comprender. Un abuelo que comenzó a perder la memoria y que necesitaba preguntarme más de una vez “¿qué día es hoy?”
Un abuelo que necesitaba que le recuerden que tiene que tomar la medicacion y agua para no deshidratarse.
Un abuelo que necesitaba que le recuerden que debe bañarse. Si, de eso tambien, a veces, se olvidaba. (y se olvida)
Desde aquel dia, nada fue igual. Yo cambíe. Mi corazón cambió. Y me prometí nunca más ser indiferente. Estaba siendo indiferente sin darme cuenta. Por eso mismo, era necesario estar atenta.
¿Cuántas veces hemos sido indiferentes sin darnos cuenta?
Es difícil…es dificil llevar el ritmo de “abuelo”. Sí, es lento. A veces muy lento. Se requiere de mucha paciencia, comprension.
Los abuelos son amor. Amor palpable en pequeños y lentos pasos.
Desde mi humilde corazón, me gustaria poder transmitiles, con este pedacito de mi historia, algo muy importante:
¡MIMEN MUCHO A SUS ABUELOS!
No los marginen. No los dejen solos.
NO HAY NADA QUE CON AMOR Y PACIENCIA NO SE PUEDA LOGRAR
“Bendito eres si comprendes que mis manos tiemblan y que mis pies se han vuelto lentos.
Bendito eres si te acuerdas de que mis oídos ya no oyen tan bien y que ya no entiendo todo.
Bendito eres si sabes que mis ojos ya no te ven tan bien, si no te enojas porque dejé caer la taza más bonita o porque, por decima vez, te repito el mismo cuento […]”
Les dejo el link de la página donde pueden ver anecdotas con mi querido Tata.. https://www.facebook.com/elTataRaul/
Giuliana