Redescubriendo a Jesús

jueves, 27 de julio de
image_pdfimage_print

No deja de asombrarme el descubrir la persona de Jesús, cuando uno piensa que ya lo conoce de todas las formas, Él se sigue sacando el velo y a la vez rasga los nuestros para que finalmente podamos seguir conociéndolo y nos hace redescrubrir su amor en todos los aspectos. A veces no somos conscientes de la grandeza de Dios al hacerse hombre, parece que con frecuencia sólo se nos presenta a un Dios, a Jesús, sólo en su naturaleza divina, ¡Pero que chiste!, ¿Cómo se espera entonces que uno realmente se sienta hijo de Dios con tremenda insistencia en tan solo su divinidad?, ¡Jesús tambien fue hombre! y esos es maravilloso, más admiro y amo a Dios al descubrir su gran humildad de querer volverse y abajarse a algo tan pobre como el ser humano, pero no menos hermoso porque sigue escondida en la humanidad la mano perfecta de Dios.

 

Uno siempre dice que sólo el que vive las situaciónes puede entender lo que realmente siente una persona, y que mala memoria que tenemos a veces, porque nos olvidamos de que Jesús sufrio como nosotros y peor aún desde su llegada a este mundo, Él se metió en la condición más desgarradora de un ser humano, la pobreza extrema, naciendo en un lugar putrefacto lleno de heces de animales, muriendo de frío, en un colchón de paja incómodo que olía mal y seguro picaba. Fue perseguido desde su nacimiento, fue odiado, vivió en el mismo mundo corrupto, padeció injusticias, le atinaron el título de chanta, quisieron manchar su nombre con todo tipo de injurias, perdió familiares, amigos, lloró sus muertes, estuvo en crisis, sufrió todas las etapas de cambios, de preguntas de adolescente y joven, se sintió solo, abandonado, traicionado, burlado, deprimido, se sintió impotente, también se enojaba ¿O acaso no hizo volar por los aires los puestos de ventas que insultaban el templo de Dios?, fue tentado pero venció por su oración constante, fue masacrado y asesinado, más allá de todas sus obras como Dios y como hombre ¡Jamás creyeron en Él!.

 

A veces me pregunto ¿Cómo hiciste Jesús?, en todo encontrabas el trasfondo del amor, hasta cuando estabas viviendo el peor de los dolores veías al amor escondido y amabas la obra de Dios aún cuando no la entendías, el amor fue tu forma de vida y por amor venciste, vale tambien aclarar que tu vida también tuvo tiempos de gozo, de risas, cariño, de fiesta, de compartir con amigos, de jugar y hablar macanas con ellos, de oración y momentos de intimidad con Dios Padre, viviste agradecido y confiado, abandonado… ¡Vos si que caminaste en el amor! ¡Vos si que hiciste un camino de fe verdadero!, no fuiste tibio a pesar de tus dudas, porque realmente te reconocías en el amor del Padre y no dudaste de Él aunque estuvieras dolido o te sentías incomprendido, confiaste en que el Padre de verdad ama a sus hijos, obrabas desde Él, a veces no entendías ciertas cosas por eso discernías, preguntabas, orabas, le pedías a Dios que te guíe, fuiste constante y perseverante, fuiste modelo fiel de un hijo que tiene por seguro que todo obra para bien de quien a Dios ama.

 

Noelia Viltri