¿Del uno al diez, cuánto me quieres?

miércoles, 2 de agosto de
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¿Qué tal amigos de Oleada Joven? Hoy les traigo una anécdota:

 

 

Hacían unos meses que había llegado a Bogotá. Estaba colaborando en la parroquia, con el grupo de monaguillos y entre ellos había uno que ese día iniciaría su servicio, recibiendo el alba.

 

Yo le conocía poco, pero accedí a ser el que le pusiera el alba. Poco a poco empecé a jugar con él, haciéndole  cosquillas, mimándole, contándole cosas de mi pueblo y de México en general. La amistad con el niño comenzó a surgir, y en ocasiones le alzaba en mis hombros y le llevaba a casa o a la Parroquia. El cariño fraterno por ese chico poco a poco comenzó a crecer. Y se sentía que el cariño de él, hacia mí también.

 

Un día, mientras le bajaba de mis hombros, queriendo ponerlo a prueba, quise “medir” su cariño hacia mí, haciendo una pregunta: 

 

-Oye, del uno al diez, ¿Cuánto me quieres?

 

Él, ya estando abajo, me miró a los ojos, -con una mirada de esas que no se olvidan- y me dijo:

-Hasta el cien.

 

Esta anécdota me recuerda a mí, el amor de Dios por nosotros, que lo queremos medir este misterio con una porción muy pequeña, y Dios nos ama inmensamente.

 

 

Ernesto Camarena Báez