Evangelio según San Lucas 4,31-37

martes, 5 de septiembre de
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Jesús bajó a Cafarnaún, ciudad de Galilea, y enseñaba los sábados. Y todos estaban asombrados de su enseñanza, porque hablaba con autoridad. 

 

En la sinagoga había un hombre que estaba poseído por el espíritu de un demonio impuro; y comenzó a gritar con fuerza “¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido para acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de Dios”. 

 

Pero Jesús lo increpó, diciendo: “Cállate y sal de este hombre”. El demonio salió de él, arrojándolo al suelo en medio de todos, sin hacerle ningún daño. 

 

El temor se apoderó de todos, y se decían unos a otros: “¿Qué tiene su palabra? ¡Manda con autoridad y poder a los espíritus impuros, y ellos salen!”. Y su fama se extendía por todas partes en aquella región

 

Palabra de Dios

 

 


 

P. Raúl Gomez sacerdote de la Arquidiócesis de Mendoza  

 

 

Nos encontramos en torno a la palabra del Señor, nuevamente en este día, la palabra nos ilumina y nos guía en el camino y sobre todo nos van mostrando las huellas del Maestro Jesús.

 
 
En este Evangelio de San Lucas vemos claramente como Jesús va a la Sinagoga para enseñar a todos aquellos que se encuentran en el lugar, muchos quedan asombrados al ver el poder de su enseñanza y como habla con autoridad de ser Hijo de Dios, ser Dios hecho hombre entre los hombres; pero también se encuentra con una situación concreta y particular…San Lucas va a relatar este primer milagro de Jesús, que es la curación de un hombre impuro, el poder del Señor hace que estos espíritus impuros puedan reconocer su presencia, es por esa razón que comienzan a gritar y le dicen ¿Qué quieres de nosotros? ¿Has venido para acabar con nosotros Jesús de Nazaret?. Ya sé quien eres el Santo de Dios. Jesús con poder increpa a estos espíritus impuros y les da una orden “¡CÁLLATE Y SAL DE ESTE HOMBRE!”.
 
 
El texto de Lucas relata claramente como el demonio salió del hombre, arrojándolo en medio de todos, sin hacer ningún daño, el poder se apoderó de todos los hombres y ellos se preguntaban de donde venía este poder, esta autoridad y es así…LA PALABRA DEL SEÑOR TIENE PODER EN MEDIO DE LOS HOMBRES, es una palabra capaz de curar, sanar y tiene toda la fuerza que el Señor quiere manifestar en medio del pueblo y comunidad.
 
 
Pidamos que el Señor siga sacando estos espíritus impuros del mundo, sociedad… de nuestros corazones, vidas para poder ser realmente libres en el anuncio del Reino y la buena noticia que tiene que ver con la libertad de espíritu y corazón para seguir aprendiendo de Él que es el Maestro.
 
 
Que tengas una bendecida semana y que Él sea luz y guía en tu vida.      
 

 

Oleada Joven