Evangelio según San Lucas 8,19-21

lunes, 25 de septiembre de
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Su madre y sus hermanos fueron a verlo, pero no pudieron acercarse a causa de la multitud.  Entonces le anunciaron a Jesús: “Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren verte”.  Pero él les respondió: “Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la Palabra de Dios y la practican”. 

 

Palabra de Dios

 


 

P. Raúl Gómez sacerdote de la Arquidiócesis de Mendoza

 

Nos encontramos en torno a la palabra del Señor, en este día el Evangelio de San Lucas, nos relata esta situación donde aparece María, los discípulos amigos de Jesús , figuran los parientes muy cercanos de Jesús que van a verlo y no pudieron llegar a causa de la multitud, rodeado de gente, le anuncian que están allí afuera su madre y sus hermanos, y Jesús con toda la sabiduría que tiene de ser maestro y guía les dice a los discípulos y a la gente que está ahí: mi Madre y mis hermanos son los que escuchan la palabra de Dios y la practican. En este sentido Jesús quiere ir más allá de los afectos, de la relación filial y sanguínea. Jesús utiliza el término Hermano Madre a aquellos que escuchan la palabra de Dios, la practican y la viven en la vida cotidiana, esa palabra que el Señor nos regala cada día, que nos hace ser cercanos a Jesús y familia, entre Jesús y nosotros y nuestros hermanos.

 
Por eso pidamos al Señor no sólo escuchar la palabra, sino también llevarla a la práctica y que nos identifique allí donde el Señor nos envíe como signo de su presencia, de su hermandad y descubrir en Él esta relación íntima y profunda esta relación que nos regala, ser sus discípulos, sus amigos, sus hermanos, su familia.

 

 
Pidamos al Señor que su palabra para nosotros sea signo de unidad, que podamos reconocernos hermanos entre todos nosotros y descubrir que la misión que el Señor nos ha confiado tiene que ver con su palabra, obra, vida, entendimiento por cada uno de nosotros y la humanidad.

 

 
Que el Señor en este día te acompañe, te permita descubrir este vínculo de amor tan profundo y sobre todo te ayude a escuchar a palabra de Dios y ponerla al servicio de los hermanos, especialmente los más necesitados, los que están más lejos, en las periferias.

 

 
Que el Señor sea tu luz y guía en el camino de tu vida. 

 

 

Oleada Joven