Cada uno de nosotros tenemos un Ángel…¿quién no rezó alguna vez a su Ángel de la Guarda?
¿Pero por qué cuando las personas crecen, algunos se olvidan de seguir rezándolo? Siempre se los relaciona con los niños, que los cuidan en cada paso que dan. Sin embargo, no es así, los ángeles están siempre. Acompañándolos desde el vientre de su mamá hasta la vejez. Está en todo el camino de la vida.
¿Quién no dijo alguna vez: “había algo que me decía que lo haga, o cuando, sentías que no debías hacerlo”? Ese consejo no es más, que la voz de tu Ángel. Es esa famosa intuición que todos conocemos, pero lo que no sabemos es que esa intuición es nuestro Ángel.
Él te cuida, te guía, te salva día a día.
Y no esperes a la noche para rezarle, en cualquier momento del día y cuantas veces quieras los podés hacer.
Siempre te escucha, siempre está.