Hay muchas cosas que hoy en día se “naturalizaron” y que por dentro a varios nos generan impotencia, unas ganas de poder cambiar las cosas, revolucionar todo y no saber cómo… ¡Empezá por vos! En el lugar que estás, en el ámbito que te toca participar… ¡Con esas pequeñas pero grandes acciones!
Hay una frase que dice que gente pequeña en muchos lugares pequeños pueden cambiar el mundo…y es verdad y así tenés que sentirte. Quiero hacerte saber que no sos la única persona que siente eso y que por más que quieran apagar esa luz, no van a poder, por más que esa llama a veces se achique… ¡no se apaga! Y hay alguien que nos anima a más, que nos recuerda que no estamos sólo y que quiere que seamos sus instrumentos.
Andá a visitar a esa persona que sabes que está sola, llévale comida a ese chico que lo cruzas todos los días, dale ese abrazo al que necesita, regalá sonrisas al que está triste, porque a través nuestro actúa Dios, y el necesita que seamos sus manos y pies, necesita de gente como vos que no tenga miedo de ir a contracorriente ¡que se juegue la vida, que pateé para adelante!
Hay que callejear la Fé y ESTAMOS JUNTOS