Nace de un corazón que se sabe perdido y anhela dejarse encontrar…
Nace de un corazón herido, que se sabe herido y se deja sanar…
Nace de un corazón pobre, que se reconoce necesitado y por eso se deja llenar…
Nace de un corazón sediento de paz, que no siempre conoce dónde se puede saciar…
Nace de la capacidad de amar y la necesidad de saberse amado…
Nace de nuestra misma “debilidad” aceptada, abrazada y perdonada…
NACE DEL CORAZÓN DE DIOS QUE SE HIZO HOMBRE para buscarnos, EXPERIMENTÓ EL DOLOR para sanarnos, VIVIÓ LA POBREZA para llenarnos, NOS REGALÓ SU PAZ para saciarnos y ¡VIVE para amarnos, aceptarnos, abrazarnos y perdonarnos!
Emilse Carrizo