Hijo mío, descansa en mi corazón

jueves, 26 de octubre de
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No tengas miedo de decirme cuán débil y cansado, incluso abrumado, te sientes a veces. Yo me doy cuenta perfectamente de la profundidad y la amplitud de tus dificultades. Nada está oculto para mí.

Aunque lo sé todo, espero tener noticias tuyas.

Ábreme tu corazón, porque yo soy tu refugio. Hay una intimidad tranquila en compartir tus luchas conmigo. En ese momento, bajas la guardia y tus pretensiones; eres auténtico conmigo y contigo mismo. 

Descansa en mi presencia, confiando en que yo te entiendo perfectamente y te amo con amor eterno.

Relájate profundamente conmigo, deja de extremar tus esfuerzos en todo lo que haces. Quedate quieto, dejando que mi presencia te refresque y renueve.

Cuando estés listo, pídeme que te muestre el camino que tienes por delante. Recuerda que nunca me aparto de tu lado; yo te sostengo de tu mano derecha. Esto te da valor y confianza para continuar tu viaje.

A medida que avanzas a lo largo del camino, escúchame decir: “No temas, yo te ayudaré”.

 

Jesús

Noelia Viltri