AUNQUE A VECES NO SE NOTE

viernes, 3 de noviembre de
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Jesús continúo diciendo: “¿a qué puedo comparar el Reino de Dios? ¿Con que ejemplo podría ilustrarlo? Es semejante a un grano de mostaza que un hombre tomo y sembró en su jardín. Creció y se convirtió en un arbusto y los pájaros del cielo se refugiaron en sus ramas.”

 

Y dijo otra vez. “¿Con que ejemplo podría ilustrar el Reino de Dios? Es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina hasta que fermento toda la masa.” (Lucas 13: 18-21)

 

Estar dentro del Reino de Dios es saber que soy frágil y sensible a lo que sucede a mi alrededor pero al modo de Jesús, es algo que un extraño jamás lo entendería, pero que un compañero de camino o de comunidad si… Solo los que nos hemos animado a dejarlo entrar en nuestra vida, que le hemos dado el control de ella y dejado el corazón en sus manos somos capaces de responder esta pregunta de la lectura: ¿a qué puedo comparar el Reino de Dios?.

 

Quizás ni siquiera lo pueda describir con palabras porque es mucho más grande que ellas y solo se resuma en “ese algo que me atrapa y me invita a seguirlo” (pero que con mi nueva vida y comportamientos también hago que otros despierten esa curiosidad de saber qué es lo que tanto hago acá adentro).

 

Alguien, plantó una semilla en mi corazón hace un tiempo (cuando llegué acá) y hoy es una planta que da frutos (aunque aún no los note, internamente mi corazón está siendo forjado y cambiado por Dios a su modo).

 

Jesús en esta parábola invita al optimismo: aunque los resultados se noten poco, algo se ha sembrado y el Reino de Dios está creciendo.

 

Lucas, más adelante en el capítulo 18 nos dice: “El que no reciba el Reino de Dios como un niño no entrará en él”. Dios nos dice que seamos puros, inocentes, humildes, de corazón sincero como los niños, que todo lo curan con solo mirarlos.

 

No dejemos que los impulsos, el afuera, la sociedad consumista y del todo lo quiero ya, el “yo ya soy así y no voy a cambiar”, el no me importa si lastimo a los demás, el odio, el “todos lo hacen yo también” y todos los sentimientos superficiales empañen lo que un día nos enamoró de Dios y como Dios quiere enamorar a los demás a través de nosotros.

 

A mí, que hace tiempo estoy acá me cuesta y quizás el doble: me desaminan mis tentaciones, mis conformismos, mis excusas, hasta incluso a veces pienso que no lo voy a cambiar o ¿cómo con tanto tiempo en este camino y trabajando tanto en mi ideal aún sigo fallando?

 

Para la gente de palestina, la mostaza era una planta de olor desagradable que se sembraba en el campo… Si, Jesús viene a invitarme nuevamente…porque incluso hasta el más desagradable puede sembrar en el Reino de Dios…  porque a ese es a quien Dios viene a salvarlo…

 

Quien desea llegar a ser lo que está llamado a ser, debe dejar de ser lo que es …

 

Si desde hoy te decides a ser un buen hombre, seguro que morirás como un buen hombre, y nunca te arrepentirás… pero, si dejas ese asunto para más adelante, lo dejas para nunca.

 

El Reino de Dios trae a mi vida calma, paz, llena los poros de mi piel, llena de sentido mi vida… Él llena vacíos que un ser humano nunca los va a poder llenar, Dios me muestra lo que talló en mi vida para que mis sentidos lo disfruten….

 

Sé cómo un niño, no pierdas la pureza, la sencillez, el cariño…

 

De que me sirve lastimar, tener malos pensamientos, humillar, discutir, desafiar, querer ganar a costa de todo, tratar mal… si eso no me hace bien, si al final del día terminará por arruinar el gran y bello tiempo que dios me regaló …. 

 

Deja de amar las actitudes y cosas que no te hacen bien y salí a trabajar por este Reino que vale la pena, salí a multiplicarlo, no seas egoísta, allá afuera hay muchos que esperan a Dios, que esperan esa palabra en el último momento o instante de su vida, que esperan esa luz que vos con tu simple mejor forma de ser podes transmitirles… Salí a trabajar por este Reino que te ha dado tanto que recibirás mucho más de lo que esperabas.

 

Si la semilla de mostaza se transforma en algo tan grande que hasta los pájaros del cielo se refugian en él , como yo, que soy hijo de Dios no podré transformar aquello que no me deja ser como un niño.

 

El Reino de Dios es hacia donde  mi Ideal Personal me lleva.

 

La invitación es esa… ponerme en acción con mi persona, al modo de Dios, hacerme semejante a Él… sentirme bien conmigo mismo, con mi conciencia y con mi vida. Sembrar otras cosas, sembrar amabilidad, humildad, solidaridad, perdón, paciencia…

 

Cree en imposibles, así como lo hicieron Abraham y Moisés y ese imposible al final de tu historia habrá sido posible. Dejá de robarle tiempo a la promesa de dios … y dejá que el todopoderoso forme tu corazón a su imagen y semejanza… que su proyecto sea tu proyecto, que sea a su modo.

 

Sembrá tus dones, esos que dios te los ha obsequiado para mayor gloria suya y vos mientras tanto encontrarás eso que tanto buscas y se llama felicidad, que en definitiva son los frutos que este camino te tiene escondido….

 

Te Regalo un almacén de provisiones necesarias para ello… Toma lo que necesites…. Pero compártelo con los demás..

 

Marina Mussin