Como algunos, hablando del Templo, decían que estaba adornado con hermosas piedras y ofrendas votivas, Jesús dijo: “De todo lo que ustedes contemplan, un día no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido”.
Ellos le preguntaron: “Maestro, ¿cuándo tendrá lugar esto, y cuál será la señal de que va a suceder?”.
Jesús respondió: “Tengan cuidado, no se dejen engañar, porque muchos se presentarán en mi Nombre, diciendo: ‘Soy yo’, y también: ‘El tiempo está cerca’. No los sigan.
Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones no se alarmen; es necesario que esto ocurra antes, pero no llegará tan pronto el fin”.
Después les dijo: “Se levantará nación contra nación y reino contra reino. Habrá grandes terremotos; peste y hambre en muchas partes; se verán también fenómenos aterradores y grandes señales en el cielo.”
Palabra de Dios
P. Raúl Gómez sacerdote de la Arquidiócesis de Mendoza
Nos encontramos en torno a la palabra del Señor, en este día el evangelio nos relata la situación, en la cual Jesús se encuentra con otro hombres, los mismos describían el templo, su estructura, sus adornos, pero Jesús habla con más profundidad y hace entender que todo eso pasará, no quedará nada, si bien el edificio es importante para encontrarnos con la presencia del Señor, pero lo más importante es Él y su presencia.