Nunca estás a solas

viernes, 1 de diciembre de
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He caminado junto a ti toda la vida. He estado contigo en cada recodo del camino. No siempre sentiste Mi presencia y a veces te invadía la incertidumbre. No sabías exactamente dónde estaba Yo o si, en efecto, me encontraba presente. Pero a pesar de cómo te sintieras o dónde estuvieras, siempre estuve cerca de ti. En ocaciones hasta te cargué en brazos. ¿Qué te hace pensar entonces que ahora voy a dejar de velar por ti o de estar a tu lado? Estoy tan cerca como siempre – a una oración, a un susurro de distancia – y eres tan entrañable para Mi como siempre.

Todas las cosas redundan en bien para quienes me aman. Te ruego que confíes en que todo lo que consentí que se cruzara en tu camino tuvo un buen propósito, hasta aquellas cosas que inicialmente no parecían buenas. Un día verás lo bueno en todo.

Te lo prometo.

 

Ana Tomicich