Evangelio según San Lucas 10,21-24

martes, 5 de diciembre de
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En aquel momento Jesús se estremeció de gozo, movido por el Espíritu Santo, y dijo: 

 

“Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido. Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre, como nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar”. 

 

Después, volviéndose hacia sus discípulos, Jesús les dijo a ellos solos: “¡Felices los ojos que ven lo que ustedes ven!  ¡Les aseguro que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron!”

 

Palabra de Dios

 

 


 

P. Raúl Gómez sacerdote de la Arquidiócesis de Mendoza

 

 

Nos encontramos en torno a la palabra del Señor en este día, en el marco de este nuevo tiempo que estamos transitando como es el adviento, preparación a la navidad, vemos claramente esta escena bíblica donde los discípulos vuelven de misión y esta oración que brota de lo profundo del corazón de Jesús como relata San Lucas que Jesús se estremeció de gozo y alabó al Padre por haber revelado estas cosas a los pequeños y a los sencillos y haberla ocultado a los sabios.

 
 
El Señor busca al más simple para hacer el anuncio del reino de la salvación para todos los hombres.

 

 
Bienaventuranza que es signo de esperanza: “Felices los que ven lo que ustedes ven, porque les digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron”, significa que debemos estar felices por habernos encontrado con el Señor de la vida y de la historia y por sentirnos llamados a esta misión.

 

 
Jesús se alegra de que podamos escuchar su voz y llevarlo a todos los lugares.

 

 
Pidamos en este día en el que estamos esperando la venida del Emanuel el Dios con nosotros, sea un tiempo de preparación y la conversión del corazón para poder mirar claramente y profundamente al Señor de nuestra vida.

 

 
Que tengas una bendecida jornada y que Jesús sea luz y vida en tu camino.    

 

Oleada Joven