Déjame ser instrumento de tu amor, de tu caridad, de tu paciencia, de tu alegria.
Que la llama de mi corazón renazca en cada amanecer con más fuerza, así de esa manera poder llegar a conquistar otros corazones dándote a conocer.
Porque donde haya un corazón que te abra la puerta, aún la más pequeña, el resultado es completo. Los caminos se hacen más livianos, llenos de luz y esperanza.