Este fue el origen de Jesucristo:
María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto.
Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados.»
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta: La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel, que traducido significa: «Dios con nosotros.»
Al despertar, José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado: llevó a María a su casa.
Palabra de Dios
P. Javier Verdenelli sacerdote de la Arquidiócesis de Córdoba
Los días del 16 al 24 de diciembre (la Novena de Navidad) tienden a preparar más específicamente las fiestas de la Navidad, en estos días nos encontramos hoy lunes 18 de diciembre en que compartimos aquí, en el Evangelio de Mateo, la infancia de Jesús centrada alrededor de la persona de José, el prometido esposo de María. José era de la descendencia de David. A través de él Jesús pertenece a la raza de David. Así, en Jerusalén, se realizan las promesas hechas por Dios a David y a su descendencia.
El evangelio de hoy nos muestra que también en María había algo anormal, contrario a las leyes de la época. A los ojos del pueblo de Nazaret, ella se presentó embarazada antes de convivir con José. Ni la gente, ni José, su futuro marido, sabían el origen de su embarazo. Si José hubiese sido justo según la justicia de los escribas y de los fariseos, hubiera tenido que denunciar a María, y la pena para ella hubiera sido la muerte por apedreamiento.
José era justo, pero mirando siempre a Dios y por eso José, sin comprender los hechos, decide despedirla en secreto.
José llegó a percibir el significado de lo que estaba ocurriendo a María a través de un sueño. Cuando para José todo fue claro, tomó a María como su esposa, y fueron a vivir juntos. Este fue el sí de José a la voluntad de Dios, sin muchos preparativos pero con mucha fe y esperanza en que todo es parte del camino del misterio de salvación en el que Dios cumple su promesa y nos invita a formar parte para participar aquí en la tierra y celebrar por siempre en el cielo.
Para la reflexión personal
• A los ojos de los escribas, la justicia de José sería una desobediencia. ¿Cuál es el mensaje para nosotros?
• ¿Cómo descubre el llamado de la Palabra de Dios en los hechos de tu vida José y cómo lo tenemos que descubrir nosotros?