En Trujillo, Perú, una anciana ciega de 99 años se animó a pedir al Papa Francisco, mediante un cartel, su bendición.
El cartel decía: «Me llamo Trinidad. Cumplo 99 años. No veo. Quiero tocar tu manito». El Santo Padre se acercó a ella, le ofreció su bendición y le regaló un Rosario».
Trinidad declaró a la televisión: «Me siento feliz de que se haya acercado a mí y me haya dado su bendición. Yo, todas las noches, le rezo un Padre Nuestro y cinco Ave Marías para que me dé vida para que atraiga a todos los cristianos y los conduzca por el camino de la felicidad».
Además, la anciana agregó: «Me preguntó cómo me llamaba y de dónde venía. Entonces, le dije que llegaba del distrito de Tumán, Trujillo».