El Ascenso (L’Ascension)

jueves, 25 de enero de

Basada en una historia real, la pelicula cuenta la historia de Samy Diakhaté (Ahmed Sylla) que con tal de conseguir robarle el corazón a Nadia (Alice Belaïdi), está dispuesto a todo, incluso a realizar el ascenso al Everest sin tener ninguna experiencia en montañismo.


Lo que no sabía este humilde joven es que su locura de amor despertaría el interés no sólo de su familia y amigos sino que también el de la prensa. Asi comienza esta aventura que atrapó a todo un pais.


 

“Moisés subió hacia Dios. Yahveh le llamó desde el monte”  (Exodo, 19,3)


Samy sube a la montaña más grande del mundo por amor, a una chica, aunque ella, su familia y todo el mundo le decía que era una locura. Cuando seguimos los pasos de Jesús, cuando queremos ir a Dios como Moisés ¿No les pasa lo mismo? Muchos te dicen que estás loco, parece una tarea imposible y hasta insensata, demasiado sacrificio. Pero esta “cima” a la que queremos llegar lo vale todo.

En los pasajes de la biblia, Dios en el antiguo testamento, después Jesús, habla desde una montaña, nos hace subir y se me viene en mente esa frase que dice: “El Camino se hace cuesta arriba”. Esa voz que escuchamos nos impulsa a subir, nos pide el ascenso.
 
Quienes hemos podido subir a una montaña o cerro ya sea alto o pequeño sabemos que tiene su grado de dificultad, que tal vez necesitemos revisar bien nuestro equipaje, alivianarlo, soltar aquello que no necesitaremos, quedarnos con poco, lo necesario, para poder ir cómodos y no cansarnos en el camino. Esto mismo nos pide Dios en camino, alivianarnos en el viaje, soltar culpas, pecados, cargas humanas, y a medida que podamos hacerlo sentiremos como se hace más fácil escalar.

Debemos concentrarnos, algunas montañas tienen piedras sueltas o caminos confusos que requerirán de un buen mapa y un buen sostén, en este caso podemos recurrir al mejor “GPS” -y que no se queda sin señal nunca- nuestra madre la Virgen María, con su ayuda podremos llegar a Su hijo y aferrarnos a ella si es que tropezamos, también por qué no, en este camino en que vamos muchos, sostenernos de la mano de algún hermano.

“Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron.” (Mateo, 5 )

Cuando el protagonista va alcanzando la cima ve como muchos se quedan en el camino, renuncian, se golpean o se asustan, esto le hace tragar saliva y hasta por momentos temer, pero recuerda la palabra de su padre y a su enamorada para seguir adelante. Escuchar al Padre, alimentarnos de la buena nueva para cargar oxígeno, parte importante de este camino de montaña que es la vida. Samy también conoce historias y personas que han logrado hacer cima, gente que lo apoya y confía en que puede llegar, aunque él no tenga experiencia, aunque no esté en estado, aunque nunca imagino estar ahí, pero lo está y sabe que puede llegar. En este llegar a Dios esas historias y personas se ven reflejadas en los santos, ya sean conocidos o anónimos, que vamos conociendo, aquellos que ya hicieron cima y que nos alientan a no darnos por vencidos, porque aún falta, pero lo sabemos, tenemos la certeza que en la cima la vista es espectacular. A no desanimarnos y a seguir en camino, como decía el beato Pier Giorgio Frassati, gran alpinista de montañas y de la vida, “Hacia lo alto, siempre hacia lo alto”.

 

TRAILER:

 

 

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Ivanna Cuello