Mírame y dime quien soy

lunes, 29 de enero de

Mírame de nuevo Señor, a los ojos, porque muchas
veces vuelvo a confundirme, y creo saber
quién soy y qué tengo que hacer con mi vida.

Pero escapo de tu proyecto y vuelvo a mi propio camino.
Escapo de mi realidad, la que tú conoces, y me destruyo.

A veces presento a los demás una imagen,
y me preocupo inútilmente por ser bien visto,
por ser aprobado, por agradar.

Y al final ni yo mismo sé quién soy en realidad,

se me olvida mi propia verdad.

Mírame Señor, y dime quién soy.

Tú que conoces mis fibras más íntimas y

percibes hasta el fondo de mi ser.

Tú que sabes por qué y para qué tengo este
temperamento, este rostro, esta forma de pensar y
de actuar. Sólo tú conoces “lo que hay en el corazón
humano” (Jn 2, 25), porque “los demás miran
las apariencias, pero tú miras el corazón”

(1 Sam16,7).

Mírame Jesús, como a Pedro en aquel primer encuentro.
Enséñame a descubrirme a mí mismo
como tú me miras.

Dame tu gracia, para llegar a

ser lo que tú sabes que debo ser.

AMÉN