Renacer para vivir la mejor versión de vos mismo

viernes, 2 de febrero de
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Cuando Dios te creó, antes de formarte te soñó con fuego, puso en tu corazón un plan maravilloso con el cual alcanzarías la plenitud en su amor, te soñó eterno ¿sabes?, fuiste creado para lo eterno, no para lo terreno. Cuando Dios te creó lo hizo con su derecho de Padre, no te preguntó si querías nacer, pero aún así quizo regalarte el preciado obsequio de la vida, ese fue tu primer nacimiento, pero ¿sabés que tenés la opción de un segundo nacimiento?, el segundo nacimiento llega cuando te diste cuenta que existís y que existís para algo, cuando pudiste empezar a comprender que no tiene sentido vivir por inercia, cuando tomaste conciencia de que la acción creadora de Dios sobre vos fue realizada para algo más que sólo para respirar y habitar en el mundo.

 

Dios te envió para cambiar la historia, desde tu aparición en el mundo cambiaste la historia de muchos y con ello empieza a divisarse el plan de Dios para tu vida, quizás las condiciónes en las que naciste no fueron las mejores, pero dejame decirte que Dios te creó libre, que aun en contextos desfavorables nadie te quita la libertad con la que fuiste creado, vos pertenecés a lo que has decidido ser, no al contexto en que naciste, esa es tu segunda creación, aquella que viene de la mano de la decisión, de la saludable rebeldía de romper con lo esperado y lo mandado por otros, esa es tu segunda creación, aquella libertad con la cual el Señor te pregunta y te deja elegir si querés seguir este camino de plenitud, aquella determinación de descubrir y de llevar a cabo eso que Dios te plantó en tu corazón, tu proyecto de vida.

 

 

Cuando tomamos decisiónes importantes en la vida, nos encontramos solos, porque nadie puede decidir por nosotros.

 

Hay que aprender a leer nuestra historia, querer vivir la historia del otro es decir que mi libertad me pone en una encrucijada de la que no podemos salir, si no se asume; esto se resuelve ¡Soplando las cenizas que apagan la brasa ardiente en tu corazón!, saliendo del lugar de la mediocridad del “no es para tanto”, “no te esfuerces tanto”, “¿no será mucho?”, tenes que salir del “no puedo”.

 

Los que caminamos con Jesús sabemos que en el fuego está la respuesta, porque mientras hay fuego hay sueño, deseo… por eso es importante soplar aquellas cenizas que apagan el fuego: la falta de voluntad, la inseguridad, las espectativas ajenas, el miedo al fracaso… hay un costo en las elecciones, tenes que saber que en algún momento la vas a “pifiar” pero la cuestión está en saber como salir. Estás llamado a resurgir del lugar donde te sentis aniquilado, porque Dios ama el ordenado modo de desordenar las cosas que te dicen que no podes lograrlo.

 

Debemos creerle a Dios, que es capaz de hacer cosas grandes con cosas pequeñas, ¡No tengas miedo!, es el peor aliado en nuestra historia porque no se explica.

 

Para que ocurra la segunda creación, para que podamos nacer en el Espíritu, Dios necesita contar con nosotros, esta vez somos consultados, si queremos ser distintos, si nos abrimos a la gracia de lo nuevo. Esa es la gracia que tenemos que pedir para empezar a descubrir el proyecto de vida que está grabado en nuestro corazón y con el cual podemos decidir volver a nacer, tenemos que pedir ser visitados por la segunda creación desde el lugar en el que Dios nos soñó con su fuego.

 

Animate a renacer, sabiendo también que en la busqueda de lo que te hace eterno el mal tambien acecha tu camino para evitar que seas libre, será una lucha constante, pero vale la pena luchar por lo que te haga ser la mejor versión de vos mismo. 

 

Noelia Viltri