Evangelio según San Marcos 7,1-13

lunes, 5 de febrero de
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Los fariseos con algunos escribas llegados de Jerusalén se acercaron a Jesús, y vieron que algunos de sus discípulos comían con las manos impuras, es decir, sin lavar. Los fariseos, en efecto, y los judíos en general, no comen sin lavarse antes cuidadosamente las manos, siguiendo la tradición de sus antepasados; y al volver del mercado, no comen sin hacer primero las abluciones. Además, hay muchas otras prácticas, a las que están aferrados por tradición, como el lavado de los vasos, de las jarras y de la vajilla de bronce.

Entonces los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: “¿Por qué tus discípulos no proceden de acuerdo con la tradición de nuestros antepasados, sino que comen con las manos impuras?”. El les respondió: “¡Hipócritas! Bien profetizó de ustedes Isaías, en el pasaje de la Escritura que dice: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. En vano me rinde culto: las doctrinas que enseñan no son sino preceptos humanos. Ustedes dejan de lado el mandamiento de Dios, por seguir la tradición de los hombres”. Y les decía: “Por mantenerse fieles a su tradición, ustedes descartan tranquilamente el mandamiento de Dios. Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre, y además: El que maldice a su padre y a su madre será condenado a muerte. En cambio, ustedes afirman: ‘Si alguien dice a su padre o a su madre: Declaro corbán -es decir, ofrenda sagrada- todo aquello con lo que podría ayudarte…’

En ese caso, le permiten no hacer más nada por su padre o por su madre. Así anulan la palabra de Dios por la tradición que ustedes mismos se han transmitido. ¡Y como estas, hacen muchas otras cosas!”.

 

 

Palabra de Dios

 

 

 

 

 

 


 P. Raúl Gomez sacerdote de la Diócesis de Mendoza

 

 

 

Nos encontramos en torno ala palabra del Señor nuevamente en este día, su palabra nos invita a repasar nuestra vida y nuestra historia , en esta escena bíblica vemos como aparece los escribas , los fariseos que cuestionan a Jesús por la actitud de sus discípulos de comer sin lavarse las manos, considerando ellos un acto netamente impuro.

Jesús les habla desde lo profundo de su autoridad y de ser hijo de Dios a estos hombres de la ley que conservan la ley y la tradición se quedan a los actos humanos sin llegar a lo profundo, honrar a Dios con los labios pero su corazón está vacío y en otro lado, en este sentido, nosotros estamos llamados a descubrir cual es el lugar que ocupa Dios en nuestra vida e historia y si realmente lo honramos con las obras.

Porque podemos no estar considerando que ÉL nos invita haciendo primero nuestro experiencia personal para después hacerlo con aquellos que caminan a nuestro lado , tenemos que estar atentos a no cometer los mismos errores que los fariseos que se quedan en los detalles superficiales, que están tan lejos de la realidad que nos propone Jesús.

Jesús les dice citando el pasaje del profeta Isaías “Hipócritas” y debemos preguntarnos como vivimos nuestra vida de fé y si realmente superamos la ley humana para llegar a la ley divina.

pidamos al Señor en este día para responder a esta misión que hemos sido convocados y transmitirla.

Que el Señor los bendiga y que podamos poner fuertemente la mirada en Dios y en el corazón.

 

Oleada Joven