Jesús dijo a sus discípulos: Cuando oren, no hablen mucho, como hacen los paganos: ellos creen que por mucho hablar serán escuchados. No hagan como ellos, porque el Padre que está en el cielo sabe bien qué es lo que les hace falta, antes de que se lo pidan.
Ustedes oren de esta manera: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino, que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido. No nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del mal. Si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes. Pero si no perdonan a los demás, tampoco el Padre los perdonará a ustedes.
Palabra de Dios
P. Raúl Gomez sacerdote de la Diócesis de Mendoza
Nos encontramos en torno a la palabra del Señor, en esta primera semana del tiempo de Cuaresma, tiempo de conversión y devolver la mirada fuertemente al Señor y poder prepararnos para llegar a la pascua.
En este día el Evangelio, nos invita a contemplar esta escena bíblica donde Jesús, aparece con sus discípulos y les da ciertas recomendaciones, cuando hablen, no hablen mucho como hacen los paganos, ellos creen que por mucho hablar serán escuchados; el Padre que está en los cielos sabe que es lo que les hace falta antes de que se lo pidan; cuando oren digan Padre nuestro que significa para nosotros pronunciar y reconocer el poder, la bondad, y el amor de un Dios que se hace Padre para cada uno de nosotros, mi papito muy querido.
Esta invitación nos lleva a reconocer la bondad de Dios, que se hace padre que está en el cielo y en todos lados, que nos guía en cada lugar.
Santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino de justicia y paz.
Que sea tu voluntad siempre, aquí en la tierra como en el cielo, danos el pan de cada día material y espiritual, perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos han ofendido, somos pecadores y limitados, necesitamos tu misericordia y tu perdón y así poder convertirnos en símbolos de tu amor para con nuestros hermanos.
No nos dejes caer en la tentación, es real estamos tentados a cada instante y librarnos del mal que siempre busca acecharnos, pero nosotros sabemos que tu eres nuestro refugio.
Que el Señor los acompañe y nos siga preparando para llegar a la pascua.