En el Santuario Eucarístico Jesús Sacramentado, situado en el Barrio de Almagro, en Buenos Aires, la comunidad arranca la semana santa viviendo celebración del Domingo de Ramos como una oportunidad de misión.
Misión que se seguirá desarrollando de manera particular y con invitaciones de participación bien concretas, cada uno de los días del triduo pascual
Desde esa comunidad, Francisco nos regala en primera persona su testimonio. Para ellos, la Semana Santa es posibilidad de misión, es hacer concreta la invitación del Papa Francisco de ser una Iglesia en salida.
¿Cómo lo hacen? En su parroquia, particularmente, invitan a los jóvenes a vivir la Pascua Joven: es un encuentro de jóvenes quienes salen a los colegios a invitar a otros jóvenes a tener una pascua diferente. “Viven la semana santa en profundiad y en compañia de otros jóvenes. Van descubriendo juntos, la persona de Jesús y el amor que tiene por cada uno de ellos.”Preparan actividades, momentos de oración y reflexión.
El viernes santo van a hospitlas, geriatricos, cárceles, lugares en donde haya personas atravesando situaciones de mucho dolor. Así los jóvenes “entran en contancto con las llagas de Jesús”.
El sabado van al Cotolengo Don Orione. Hacen una experiencia de profundo amor.
Un camino que arranca en la Pascua y continua en el año. Buscan que el joven pueda estar a gusto en la comunidad, son 100 jovenes; “Los jóvenes se apasionan por Jesús y nos enseñan que cuando nos interesamos en ellos, ellos responden a Jesús y son los más misioneros de todos”, dijo Francisco.