Cuando la cuerda de la guitarra no está tensa en el lugar justo, desafina. Así también en la propia vida, la falta de tensión o la tensión de más hace que nosotros desafinemos en el ponerle verdaderamente música a la vida.
Nuestra música es para ser compartida por eso es bueno que el corazón esté bien calibrado y afinado. Esto supone una actitud de escucha al otro, atenta, con un corazón inteligente y al mismo tiempo una escucha profunda al misterio de Dios en la vida del otro y en el propio corazón.
¿Qué te ayuda a calibrar el corazón?