En el cielo hay lugar para todos

viernes, 27 de abril de
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Me encanta la frase del P. Luís Palomera S.J. cuando escribe: “En el cielo no hay plazas limitadas; hay sitio para todos”.

 

Por una razón muy sencilla: Jesús les dice a los discípulos que: “en la casa de mi Padre hay lugar para todos”, “Si no fuera a sí no os habría dicho que voy a prepararos sitio”.

 

Motivo de alegría por dondequiera que se le mire: En primer lugar, en el cielo no hay plazas limitadas. Tal vez las haya numeradas. Pero sabemos que hay “lugar para todos”. No solo para unos cuantos selectos.

 

En segundo lugar, qué bella expresión la de Jesús: “les voy a preparar sitio”. Como si fuese quitar el polvo de los muebles. Como si fuese a barrer y encerar los pisos. ¿No es como para sentir alegría el saber que nos va a preparar sitio?

 

Pero hay algo más que abre nuestro espíritu: “Volveré y los llevaré conmigo”. ¡Cuántas veces nos imaginamos que los que mueren se quedan solos en el silencio! Me gusta la frase que la Iglesia utiliza cuando habla del Sacramento de los enfermos. Que les damos la unción. Pero también el “Viático”. 

 

 

Todos sabemos lo que son los viáticos cuando vamos de viaje. El Viático que es Jesús mismo que se hace presente en nuestro morir. Y luego, en vez de llevarnos al “velatorio”, nos lleva de la mano “al sitio preparado”.

 

Y ¿cuál es ese sitio preparado? “Los llevaré conmigo, para donde estoy yo, estén también ustedes”. ¿No seremos capaces de vivir la alegría de la fe?

 

¿No seremos capaces de vivir la alegría de la fe también en la muerte?

 

Aquí nadie dirá que tiene miedo perderse en el camino, porque el camino mismo es el que nos llevará de la mano.

 

 

Clemente Sobrado cp.

 

Oleada Joven