La vida espiritual en tres pasos

jueves, 3 de mayo de

La presencia de Dios en nosotros se debe al Espíritu Santo, el Padre y el Hijo se hacen uno con nosotros y moran en nosotros por medio del Espíritu Santo al que debemos llamar constantemente.

 

Espíritu Santo es Dios que se comunica, por eso llamamos vida espiritual a lo que se refiere a nuestra relación con Dios.

 

Para llevar una vida espiritual es necesario tener presente lo siguiente:

 

* Guardar las palabras de Jesús: esto quiere decir que hay que meditarlas, ponerlas en práctica y dejar que echen raíces en nuestra alma.

* Pedir en nombre de Cristo: luego, instruidos por el Espíritu sobre lo que debemos pedir en nombre de Cristo (porque Él es el que descubre la verdad ante nuestros ojos y nos mueve el interior cuidandonos de que las peticiones que hagamos sean para nuestro bien y mayor gloria de Dios), pedimos con toda confianza aquellas cosas que se nos inspiran que son las que Él mismo desea y las deposita en nuestro corazón.

* Hacer las mismas cosas que Jesús hizo: Jesús no multiplicó obras buenas, sino que llevó a cabo lo que el Padre le pedía, aun cuando su obediencia pareciera un sacrificio vano, Él tenía la certeza en su corazón de que el Padre sabe que es lo mejor para sus hijos y que en su plan está nuestra plenitud.

 

 

Comentario de la Biblia católica latinoamericana 

sobre el evangelio de Jn. 14, 6-14

 

Noelia Viltri