Otra vida por vivir llama a mi puerta a diario.Insiste, aunque silenciosa, tratando de abrirse paso.No se la ve en las pantallas, no se vende por dinero.Del poder siempre sospecha, no le gusta aparentar.
Le gusta ir andando a los sitios, y pasar desapercibida.Defiende costumbres perdidas, como el mirar y escuchar.Nada sabe ni quiere de mentiras ni acusaciones.Y cuida de que la última palabra siempre sea la del otro.
Se empeña en los más olvidados, a nadie da por perdido.Ni siquiera al enemigo consiente cerrarle la puerta.De todos espera, su paciencia es testigo, el mañana de Dios.Sabe que solo el sufrimiento logra dar la vuelta a un corazón.
¿Dónde encontrar esta vida? ¿Dónde poner sus cimientos?En la entrega, en el servicio, la ayuda y la abnegación.Allí donde todo se deja, allí donde nada nos faltay la muerte, descenso a la nada, nos lleva hasta el todo de Dios.
(Seve Lázaro SJ)