Evangelio según San Mateo 6,19-23

viernes, 22 de junio de

Jesús dijo a sus discípulos: No acumulen tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre los consumen, y los ladrones perforan las paredes y los roban. 

 

Acumulen, en cambio, tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que los consuma, ni ladrones que perforen y roben.  Allí donde esté tu tesoro, estará también tu corazón. 

 

La lámpara del cuerpo es el ojo. Si el ojo está sano, todo el cuerpo estará iluminado.  Pero si el ojo está enfermo, todo el cuerpo estará en tinieblas. Si la luz que hay en ti se oscurece, ¡cuánta oscuridad habrá!

 

Palabra de Dios

 

 


 

P. Charly Olivero sacerdote de la Parroquia Ntra Sra de Caacupé de la Villa 21, Barracas, Buenos Aires

 

 

La pregunta del evangelio de hoy es muy fuerte: ¿Dónde está tu corazón?

 

¿Dónde está tu corazón? -eso nos pregunta Jesús, ¿Dónde está tu corazón?

 

Yo te propongo hacer un ejercicio, trata de escribir o pensar ¿cuáles cosas son màs importante para vos en tu vida?  Si las podes escribir mejor:

 

–¿Qué es lo más importante?

 

–¿Qué son las cosas que vos quisieras alcanzar?

 

— ¿Qué no quisieras perder?

 

Pero una vez que termines, tambien preguntate con honestidad, sin necesidad de mentir, o decir lo que crees que está bien:

–¿Cuáles son las cosas que le llevan el tiempo a tu corazón? o ¿Dónde está la atención de tu cabeza?

 

Cuando vos estas distraido, cuando estas distraida. ¿En que te descubrís pensando? Con sinceridad ¡eh!

 

¿Qué es lo que ocupa el tiempo de tu mente y de tu corazón?

 

–Probablemente encuentres que entre la aspiración y lo que vos crees y la realidad de la cabeza, el corazón hay una diferencia. Que lo que ocupa tu cabeza no es lo que vos queres para toda la vida.

 

Y es que muchas veces nos falta libertad para poder elegir el camino de las grandes cosas, de las causas, los ideales que nosotros tenemos. ¡Nos falta esa libertad! Y nos quedamos enganchados en cositas: en el celu, la ropa, la imagen, una red social.

 

Muy importante poder tener libertad para elegir el camino de las cosas importantes, de los grandes deseos del corazón. Esos grandes deseos del corazón seguramente señalan la plenitud, la felicidad y por lo tanto, tienen que ver con Dios.

 

Que el Señor entonces te regale la libertad para abrazar su camino, para poder ir entonces por el camino de la felicidad, de la plenitud. Y que Él te bendiga en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

 

 

Oleada Joven