“Señor Jesús,
bendice mis estudios y conviértelos en algo útil y grande.
Quiero unir mi trabajo a todos los trabajos del mundo;
a la ruda labor de mis hermanos,
a los obreros y los campesinos,
a las tareas profesionales de los empleados,
al cálculo de los ingenieros,
a las visitas de los médicos.
Lo uno al trabajo incansable de todas las mamás,
a los esfuerzos apostólicos de los sacerdotes y misioneros.
Sobre todo quiero sentirme unido
a tu trabajo silencioso en Nazaret.
Que mi mesa de estudio sea como un altar,
en el que aprenda a sacrificarme junto a Ti,
para gloria de Dios y bien de mi prójimo. Amén”.
Autor: Rabboni