En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Querido Dios, querida Virgen María:
Al comenzar esta oración nos unimos a todas las personas de buena voluntad que defienden las dos vidas y que claman al cielo para que en nuestra querida Argentina no se apruebe el proyecto por la despenalización del aborto que se debate en estos momentos en la Cámara de Diputados.
Ponemos en tus manos Señor todos nuestros esfuerzos realizados por la causa de la vida: nuestra angustia, dolor y enojo por el devenir de los acontecimientos. Concede la paz a nuestras almas, ayúdanos a no juzgar. Confiamos en que tus caminos son insondables y sabios y te pedimos que más allá de los resultados de la votación, no perdamos la esperanza y recordemos siempre que todo está previsto en tu cuidado providente de nuestra existencia.
Invocamos a todos los niños no nacidos, que son Santos Inocentes. A sus ángeles custodios y a todos los santos y seres queridos que ya disfrutan de la Vida Eterna con el Padre. Pedimos su intercesión para que junto a nosotros rueguen a Él para que no sea ley en nuestro país la eliminación del inocente.
Concédenos Señor el don de la humildad para reconocer nuestras faltas y el perdón por las veces que al cometerlas te fallamos a e hicimos daño a los demás y a nosotros mismos.
Virgen Maria, recuerda la misión que tu Hijo te encomendó al pie de la cruz. Aquí estamos tus hijos que clamamos a Vos en este hoy más que nunca “valle de lágrimas”. Ayúdanos a que nuestro grito de auxilio llegue a tu hijo Jesús y no se apruebe la ley del aborto, que es una ley de muerte y a comprometernos activamente con la causa de la vida. Amén.
Pensamos en todas aquellas personas que por un motivo u otro están a favor de la despenalización del aborto, decimos sus nombres, recordamos sus caras y de corazón le pedimos a Dios que toque sus corazones y su entendimiento y que nos ayude a dejar de lado toda bronca para orar despojados de todo rencor.
PRIMER MISTERIO
Ofrecemos nuestra oración por todas las mujeres y varones que militan activamente por la despenalización del aborto. Te pedimos perdón en nombre de ellos y rogamos les concedas luz para poder valorar las dos vidas. También por aquellas personas que sin comprender demasiado optaron por la causa del aborto, creyendo con sinceridad en su corazón que están luchando por una causa justa. Muéstrales Señor cuál es el error y por qué el valor de toda vida es sagrado.
SEGUNDO MISTERIO
Ofrecemos este misterio por todas las personas que integran los movimientos y organizaciones pro-vida, católicos y no católicos. Para que reine la unidad y la caridad por sobre los intereses personales o sectoriales y por medio del diálogo y la oración se logren acuerdos que permitan una defensa activa y eficaz de las dos vidas. Que siendo astutos como serpientes y mansos como palomas diseñen inteligentemente las mejores estrategias en su labor.
También rogamos por todas las personas que creemos firmemente en el valor de las dos vidas; que seamos valientes para dar testimonio con amor y sin recurrir a la agresión o al enfrentamiento. Pon en nuestra mente y en nuestra boca los argumentos justos y adecuados para cada momento. Llena nuestro ser de coraje para no flaquear ante las afrentas. Que la defensa de las dos vidas nos una como católicos y que comprendamos de una vez y para siempre que solo al ver cómo nos amamos el mundo creerá.
TERCER MISTERIO
Rezamos por los legisladores que tienen en sus manos la responsabilidad de votar a favor o en contra de las dos vidas. Por aquellos que están dando su argumento en este preciso momento; por los indecisos, por los tibios, por los que temen jugarse por la vida y por los que no comprenden. Dales a todos el don del discernimiento y la fortaleza. Por aquellos que votaron o votarán en contra de las dos vidas, concédeles Señor la gracia de la conversión.
También por todas las personas que ocupan una posición de poder o detentan autoridad: docentes, políticos, padres y madres de familia, profesionales, sacerdotes, obispos, pastores, rabinos, imanes y líderes de todo tipo; para que sean conscientes de la responsabilidad que conlleva su accionar y que cada una de sus palabras tiene peso y valor a la hora de pronunciarse en favor de la vida.
CUARTO MISTERIO
Ofrecemos nuestra oración por las mujeres que han abortado o que en este preciso instante se debaten en su interior porque están embarazadas y sienten que no pueden llevar adelante su embarazo. También por los padres de esos niños, los que saben de su existencia y los que no. Envíales Señor una persona amiga que les dé un consejo, que una palabra o una señal llegue hasta ellos.
Y si está en tus planes que seamos nosotros quienes nos crucemos en sus caminos, danos la sabiduría para acompañarlos en ese delicado momento; que seamos tu herramienta en defensa de las dos vidas y en el apoyo a las familias.
Acoge en tu abrazo a todas las mamás y los papás que abortaron y hoy sufren el síndrome post aborto, concédeles la sanación y la paz. Que sus hijos no nacidos los consuelen desde el cielo y un día se reencuentren nuevamente en la casa del Padre.
QUINTO MISTERIO
Rogamos especialmente por todos los médicos y profesionales de la salud que por su trabajo diario se enfrentan con la realidad del aborto y la defensa de las dos vidas cotidianamente. Dales Señor el don de la fidelidad y perseverancia para actuar de acuerdo a lo que dicta su conciencia. Ilumina sus inteligencias para asistir a las madres y padres en crisis que llegan a ellos. Protege su trabajo ante los ataques que puedan sufrir tanto en lo económico como en lo social de parte de compañeros y superiores y que nunca falte el pan en sus mesas. Que se sientan acompañados por nuestra oración y puedan levantarse a pesar de las caídas o errores cometidos.
ORACIÓN FINAL
Virgen María, vos que también llevaste un hijo en tu vientre y comprendes las penurias por las que pasa una mamá embarazada, protege a la vida naciente, protege a la mamá embarazada, cubre con tu manto las dos vidas y hazlas una sola. Llena de amor los corazones de las mamás y papás y dales valor para elegir y amar la vida siempre. Amen.
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