¡Gracias Dios!
Por cada despertar,
Por cada segundo que me das para ver tu obra en este mundo,
Desde ese silencio en el que escucho solo el sonido de los latidos de mi corazón,
hasta dejarme sentir el sol y el viento en mi cara
Por ajustar mi lente para descubrir,
contemplar, percibir, admirar a las mejores personas
Y aprender de ellas a valorar, respetar, acompañar,
disfrutar, degustar, abrazar, sentir, compartir,
apoyar, alentar, batallar, escuchar, hablar, mejorar,
emprender, aprender, proyectar, viajar, saltar, reir,
llorar, amar, reflexionar, crear, crecer, trabajar, ayudar.
Por enseñarme a pedir perdón cuando me equivoco,
Por aprender de mis errores,
Por levantarme,
Cuando desde abajo veo que todo se ve mas grande,
difícil y diferente, y eso no es poco.
Gracias por la infinidad y belleza de tu naturaleza,
desde el rocío de la mañana, la lluvia, la nieve,
el hielo, los ríos, mesetas, montañas, campos, animales,
¡Todo realmente!
Porque dentro de obra, tu inmensidad, tu grandeza,
tu universo, que está en permanente expansión,
me permites ver
Gracias por ese torrente de energía que me hace sentir bien
y que cada día puede ser mejor que el anterior,
desterrar la maldad en el obrar, la mala fe, la mala intención,
y cambiarlo por la alegría, la esperanza, el optimismo
y por todo lo que sumé en este breve paso.
Pedro Macias