Evangelio Según San Mateo 19, 3-12

jueves, 16 de agosto de

Se acercaron a él algunos fariseos y, para ponerlo a prueba, le dijeron: “¿Es lícito al hombre divorciarse de su mujer por cualquier motivo?”. El respondió: “¿No han leído ustedes que el Creador, desde el principio, los hizo varón y mujer; y que dijo: Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su mujer, y los dos no serán sino una sola carne? De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Que el hombre no separe lo que Dios ha unido”.

Le replicaron: “Entonces, ¿por qué Moisés prescribió entregar una declaración de divorcio cuando uno se separa?”. El les dijo: “Moisés les permitió divorciarse de su mujer, debido a la dureza del corazón de ustedes, pero al principio no era así. Por lo tanto, yo les digo: El que se divorcia de su mujer, a no ser en caso de unión ilegal, y se casa con otra, comete adulterio”.

Los discípulos le dijeron: “Si esta es la situación del hombre con respecto a su mujer, no conviene casarse”. Y él les respondió: “No todos entienden este lenguaje, sino sólo aquellos a quienes se les ha concedido. En efecto, algunos no se casan, porque nacieron impotentes del seno de su madre; otros, porque fueron castrados por los hombres; y hay otros que decidieron no casarse a causa del Reino de los Cielos. ¡El que pueda entender, que entienda!”.

 

 

Palabra de Dios

 

 

 

 


 P. Javier Soteras, director de Radio María Argentina

 

 

 

El evangelio, según San Mateo, hoy nos inspira hoy a mirar la realidad, con toda su complejidad, con esperanza. Y esto realmente me enciende el alma y me gustaría mucho que a vos también se te encienda el corazón en este espíritu con lo que el Señor nos quiere viviendo en estos tiempos; complejos, pero maravillosos, bellos.

 

Hoy Jesús dice que “el hombre y la mujer unidos en una sola carne, llegan a ser eso un misterio de comunión ” Así lo quiso Dios desde el principio. Hombre y mujer, distintos…¡pero uno! La realidad se muestra asi, diversa, amplia, con un montón de posibilidades.  ¿Corremos el riesgo de perdernos? -¡Claro que sí! si es que no tenemos una mirada que sea superadora de la diversidad, sin desdibujar lo distinto, lo diverso, lo que nos cuestiona ¿cómo construir desde tantos lugares este misterio de comunión con el que El Señor nos invita a vivir en profunda unidad?

 

 

Te invito a dar un paso en este sentido y decirle a Dios, ¡que le crees a Él¡
Que es capaz de mantenernos unidos y en comunión, siendo distintos ¡¡QUE MARAVILLA!! ¡¡Que MISTERIO!! Así es Dios; Padre, Hijo y Espíritu Santo, son distintos (¡te aclaro!)

 

Dios Padre: es Dios Padre.
Dios Hijo: es Dios Hijo.
Dios Espíritu Santo: es Dios Espíritu Santo.

 

 

Pero Ellos……constituyen una familia y son un misterio de unidad. Hoy en nuestra Argentina, la diversidad parece conflictiva, parece que: si sos verde no podes ser celeste (y es verdad) -Si vos tenes un modo de identificarte con un color, no sos del otro color, lo cual no quiere decir, que no puedas convivir con el otro color.

 

 

Tu identidad, tu modo de entender la realidad hace que la veas de ese lugar; lo cual no quiere decir que estes enemistados con otros.

 

 

El misterio de la comunión nos permite encontrarnos en la diversidad. Deseo profundamente que Jesús, el que vino a traernos la alianza de Dios, el Padre para con nosotros y entre nosotros, te llene el corazón de ese espíritu de unidad frente a tanta bella diversidad.

 

 

 

 

 

Oleada Joven