Evangelio según San Mateo 25, 1-13

jueves, 30 de agosto de

«Entonces el Reino de los Cielos será semejante a diez vírgenes, que, con su lámpara en la mano, salieron al encuentro del novio. Cinco de ellas eran necias, y cinco prudentes. Las necias, en efecto, al tomar sus lámparas, no se proveyeron de aceite; las prudentes, en cambio, junto con sus lámparas tomaron aceite en las alcuzas. Como el novio tardara, se adormilaron todas y se durmieron. Mas a media noche se oyó un grito: “¡Ya está aquí el novio! ¡Salgan a su encuentro!” Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas. Y las necias dijeron a las prudentes: “Dendos de su aceite, que nuestras lámparas se apagan.” 

 

Pero las prudentes replicaron: “No, no sea que no alcance para nosotras y para ustedes; es mejor que vayan donde los vendedores y se lo compren” Mientras iban a comprarlo, llegó el novio, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de boda, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron las otras vírgenes diciendo: “¡Señor, señor, ábrenos!” Pero él respondió: “En verdad les digo que no las conozco.” Velen, pues, porque no saben ni el día ni la hora.

 

 

Palabra de Dios

 

 

 

 


P. Javier Soteras director de Radio María Argentina, sacerdote de la Arquidiócesis de Córdoba

 

 

 

En el evangelio de San Mateo, en el capítulo 25:1-13, aparece el esposo, en la noche, y las vírgenes: las prudentes y las imprudentes; las que tienen las lámparas encendidas y las que no vieron con tiempo guardar aceite para que eso no ocurriera. ¿Que es tener la lámpara encendida a la espera del esposo? ¿Quién es el esposo? Es Dios que viene. ¿Y como se enciende la lámpara en medio de la noche de la Fe para esperar al esposo? Desde 2 lugares:Desde la oración. Desde la caridad.

 

 

La caridad enciende desde la oración el corazón para encontrarnos con un Dios que viene en tantas circunstancias donde hoy somos invitados a encontrarnos con Él, hacernos uno con Él, particularmente en la vida de los más pobres y sufrientes.

 

 

Que puedas crecer en la oración y en el ejercicio de la caridad para tener encendido tu corazón y descubrir desde dentro que Dos viene en tantas circunstancias y en tantos hermanos y que todo momento es una oportunidad para abrazarte a Él y hacerte uno con Él.

 

 

Que tengas una hermosa jornada. 

 

Oleada Joven