Tú eres el sol que resplandece del Padre

miércoles, 5 de septiembre de

Señor Crucificado y Resucitado,

Enséñanos a afrontar los hechos

de la vida cotidiana,

Con el fin de que podamos vivir

dentro de una mayor plenitud.

Tú acogiste humilde y pacientemente

los fracasos de tu vida

Que te llevaron hasta los

sufrimientos de tu crucifixión.

 

Ayúdanos a vivir las penas y

las luchas que nos trae cada día

Como ocasión para crecer

y para asemejarnos más a ti.

Haznos capaces de mirar esas

pruebas con valentía y mansedumbre,

Llenos de confianza, porque tú nos sostienes.

 

Permítenos comprender que 

no llegaremos a la plenitud de la vida,

Si no morimos sin cesar en nosotros mismos,

En nuestros deseos egoístas.

 

Porque solamente si morimos contigo,

podremos resucitar contigo.

Que nada de ahora en adelante,

nos haga sufrir o llorar

Hasta el punto de olvidar l

a alegría de tu Resurrección.

 

Tú eres el sol que resplandece del Padre.

Tú eres la esperanza de la eterna felicidad.

Tú eres el fuego del amor

que incendia nuestros corazones.

Que la alegría de Jesús sea nuestra fuerza,

Que sea entre nosotros lazo de paz,

de unidad y de amor.

Amén.

 

Madre Teresa de Calcuta

 

Oleada Joven