Evangelio según san Lucas 6, 12-19

lunes, 10 de septiembre de

En aquel tiempo, subió Jesús a la montaña a orar, y pasó la noche orando a Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió a doce de ellos y los nombró apóstoles: Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago Alfeo, Simón, apodado el Celotes, Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor.

 

Bajó del monte con ellos y se paró en un llano, con un grupo grande de discípulos y de pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón. Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y la gente trataba de tocarlo, porque salta de él una fuerza que los curaba a todos.

 

 

Palabra de Dios

 

 


 

P. Raúl Gómez sacerdote de la Arquidiócesis de Mendoza

 

 

Nos encontramos en torno a la Palabra del Señor en este día. El Evangelio nos relata un día de Jesús que se retira a solas en la montaña para pasar toda la noche en oración con Dios, su Padre, para recordar cuál es su Misión; para tomar una decisión importante. En ese momento llama a los doce y les da el nombre de Apóstoles, con la Misión de anunciar el Reino a todos los hombres. Luego de todo esto, baja con ellos y encuentra más discípulos y una muchedumbre que lo busca y quiere escuchar sus palabras y, sobre todo, sanar sus heridas.

 

Por eso le presentan a algunos que estaban atormentados por espíritus impuros y Jesús los sana. La gente, al verlo, reconoce que Jesús es el Hijo de Dios.

 

Este mensaje que nos deja debemos tener siempre presente: Jesús se hace un tiempo con cada uno de nosotros cuando nos acercamos a la oración, lo reconocemos y sentimos su Presencia.

 

Termina el evangelio diciendo que ” de Jesús salía una fuerza que sanaba a todos “. Qué palabras tan significativas para nosotros como creyentes y necesitados de Dios. En este día pidámosle al Señor la Gracia de ser sanados de nuestras heridas, que esa Fuerza del Señor pueda entrar en nuestra mente y corazón, transformarlo y llenarlo de su Amor.

 

Que el Señor sea luz y guía en este día y los acompañe a lo largo de la semana.

 

Oleada Joven