En aquel momento se acercaron a Jesús los discípulos y le dijeron: «¿Quién es, pues, el mayor en el Reino de los Cielos?” El llamó a un niño, le puso en medio de ellos y dijo: «Yo les aseguro: si no cambian y se hacen como los niños, no entraran en el Reino de los Cielos. Así pues, quien se haga pequeño como este niño, ése es el mayor en el Reino de los Cielos. «Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe. «Guardebsé de menospreciar a uno de estos pequeños; porque yo les digo que sus ángeles, en los cielos, ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos.”
Palabra de Dios
P. Raúl Gómez sacerdote de la Parroquia Virgen Peregrina de Godoy Cruz, Arquidiócesis de Mendoza
Nos encontramos en torno a la Palabra del Señor en este día. El Evangelio nos sitúa en esta escena bíblica donde aparecen los discípulos que se acercan a Jesús y le preguntan ” Quién es el más grande? “. Jesús, con la sabiduría de un maestro, presenta un niño y lo pone en medio de ellos y les dice: El que quiera ser el primero debe hacerse pequeño como este niño para entrar al Reino de los cielos. ¿Qué significa ser pequeños? Significa estar atentos a la voz de Dios, ser fiel a su Palabra pero, sobre todo, es ser “instrumento del Señor”. Lo opuesto a esto tiene que ver con quienes buscan los primeros puestos para ser reconocidos por los hombres. Sabemos que los aplausos pasan pero Dios permanece.
Por eso Jesús les recuerda a los discípulos: El que acoge a estos pequeños, a mí me recibe. Ser humildes, ser como niños. Porque el niño se deja conducir, guiar y acompañar. Muchas veces olvidamos este arte de ser como ellos. Pero en nuestro camino espiritual debemos reconocernos pequeños ante la presencia del Señor y buscar escuchar su voz.
Que la Palabra del Señor sea motivo de esperanza. Y no olvidemos que, no sólo ebemos ser niños para obedecer la voz del Padre sino también debemos cuidar a los más humildes y vulnerables, como Dios cuida de nosotros.
Que el Señor los bendiga y acompañe y que tengan una hermosa semana.