Evangelio según San Lucas 10,38-42

lunes, 8 de octubre de
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Yendo ellos de camino, entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra, mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude.» Le respondió el Señor: «Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada.»

 

Palabra de Dios

 

 

 

 

 


P. Raúl Gómez sacerdote de la Parroquia Virgen Peregrina de Godoy Cruz, Arquidiócesis de Mendoza

 

 

 

Nos encontramos en torno a la Palabra del Señor. En este evangelio nos invita a contemplar la escena bíblica: por un lado Jesús que va a un pueblo llamado Betania a encontrarse con sus amigos, con María y con Marta. Al entrar en la casa, María se sienta a escuchar la voz del Señor. Esta actitud probablemente le va a ayudar a cumplir su Misión de llevar la Palabra de Dios a donde el Señor la va a enviar.


También aparece Marta con su actitud inquieta para ser una buena anfitriona y que Jesús se sienta cómodo. Pero en un momento Marta le pide a Él que Marta le ayude. Jesús, con la sabiduría del Maestro, le responde “Marta, te inquietas por muchas cosas una sola es necesaria. María eligió la mejor parte que no le será quitada”.


Esto significa que debemos estar a la escucha de la Palabra del Señor y dejar que arda nuestro corazón para ser verdaderos servidores.


La Órden de San Benito toma el “Ora et labora”. Cuando reces, trabaja. Sé contemplativo en la acción.


El mundo, la sociedad necesita hombres y mujeres que escuchen la Palabra del Señor y ma conviertan en Obras concretas.


Que esta Palabra sea motivo de esperanza para nosotros y podamos anunciarlo con alegría.

 

Oleada Joven