Mientras caminaba a orillas del mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos: a Simón, llamado Pedro, y a su hermano Andrés, que echaban las redes al mar porque eran pescadores.
Entonces les dijo: “Síganme, y yo los haré pescadores de hombres”.
Inmediatamente, ellos dejaron las redes y lo siguieron.
Continuando su camino, vio a otros dos hermanos: a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca con Zebedeo, su padre, arreglando las redes; y Jesús los llamó.
Inmediatamente, ellos dejaron la barca y a su padre, y lo siguieron.
Palabra de Dios
P. Javier Soteras sacerdote director de Radio María Argentina
En el evangelio de este Viernes, la liturgia nos convoca desde Mateo 4:18-22. Allí, Jesús aparece como peregrino, recorriendo las orillas del Mar de Galilea, se encuentra con 4 personajes: con Simón, al que le va a cambiar el nombre, por Pedro; con su hermano Andrés; Santiago y Juan, hijos de Zebedeo. Una palabra resuena en ese ambiente y se hace eco y también nos llega a nosotros: “SIGUEME”.
¿Que hay en la palabra de Jesús en este “Sigueme” que enamora a aquellos hombres y busca enamorarnos también a nosotros, para que aquellos lo dejen todo y vayan detrás de Jesús, constituyéndose en pescadores de hombres?. Es la pregunta que surge de este escenario y esta presencia de Jesús en esa orilla del Mar de Galilea. ¿Cómo es que tiene fuerza de seducción la palabra de Jesús? Tal vez puedas abrirte a ella y escuchar voz también, que El te dice, de manera renovada: “Seguime, veni. Vamos a un lugar nuevo”.
Salir de la propia orilla, es decir, de aquellos costados donde no terminamos de encontrarnos del todo con lo que anhelamos en lo más profundo del corazón. Es bueno, al menos para intentar algo distinto. ¿Cual es es esa otra orilla, en la que la rutina te puede todos los días y no te enamora el sentido por el vivir? Escucha la palabra de Jesús, hoy. Deja que El te diga: “ ¡Seguime, veni vamos! te voy a mostrar otra cosa distinta”. Animate a soñar con Jesús y en el sueño que Jesús pone en tu corazón créeme, esta la suerte de lo que viene hacia adelante en tu vida, lo mejor lo que está por llegar. Es tiempo de animarse a soñar con Jesús y su palabra que hoy dice “Sígueme”.