Danos Señor, ojos de sorpresa

viernes, 21 de diciembre de
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Danos, Señor, la alegría de descubrir a tu Madre diciendo “sí”.

 

Danos, Señor, la alegría de entrar en el silencio y la espera de tu Madre.

 

Danos, Señor, la finura de María para guardar la Palabra como Ella la guardó.

 

Danos, Señor, ojos de sorpresa para contemplar y descubrir todo el misterio de Dios en la fragilidad pequeña de un niño recién nacido.

 

Danos, Señor, fe para reconocerte en la presencia normal de un hombre, como María supo reconocerte.

 

Danos, Señor, manos para tratarte y acogerte con la ternura de las manos de tu Madre.

 

Danos, Señor, la presencia de tu Espíritu para que fecunde nuestra vida.

 

Oleada Joven