Encontrarte fue un lujo que me fue concedido, por una suerte impensada, por privilegio divino. Poder conversarlo todo con transparencia y con calma sin temer monotonía ni tristes palabras vanas. Atreverse a compartir sueños aunque no sean compartidos, imaginando el tiempo, de los pasados vividos, aventuras que fueron o que jamás exisitieron. Descubrirme en tu mirada en la complicidad y en la risa, Y SIN ESPERAR NADAPODER ENCONTRARLO TODOen el secreto milagro de un instante sagrado. E intuir el silencio, y respetar la distancia, la angustia, los temores, la desesperación y su trama. No esconder lo que pienso, no necesitar máscaras, celebrar las disidencias… reconocer, a un amigo del alma.UN ESPIRITU AMIGOQUE CON SU ANDAR TRAE LA CALMAA MI DESCONCERTADA ALMA