Para un amigo del alma

jueves, 27 de diciembre de
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Encontrarte fue un lujo que me fue concedido, 
por una suerte impensada, 
por privilegio divino. 
Poder conversarlo todo 
con transparencia y con calma 
sin temer monotonía 
ni tristes palabras vanas. 
Atreverse a compartir sueños 
aunque no sean compartidos, 
imaginando el tiempo, 
de los pasados vividos, 
aventuras que fueron 
o que jamás exisitieron. 
Descubrirme en tu mirada 
en la complicidad y en la risa, 
Y SIN ESPERAR NADA
PODER ENCONTRARLO TODO
en el secreto milagro de un instante sagrado. 
E intuir el silencio, y respetar la distancia, 
la angustia, los temores, la desesperación y su trama. 
No esconder lo que pienso, 
no necesitar máscaras, 
celebrar las disidencias… 
reconocer, a un amigo del alma.
UN ESPIRITU AMIGO
QUE CON SU ANDAR TRAE LA CALMA
A MI DESCONCERTADA ALMA

 

Oleada Joven