Evangelio segun San Mateo 8, 23-27

martes, 28 de junio de
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Después Jesús subió a la barca y sus discípulos lo siguieron.  De pronto se desató en el mar una tormenta tan grande, que las olas cubrían la barca. Mientras tanto, Jesús dormía. Acercándose a él, sus discípulos lo despertaron, diciéndole: "¡Sálvanos, Señor, nos hundimos!". El les respondió: "¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?". Y levantándose, increpó al viento y al mar, y sobrevino una gran calma. Los hombres se decían entonces, llenos de admiración: "¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?".

Palabra de Dios


 

P. Gustavo Gatto  Asesor de la Pastoral de Juventud de la Diócesis de Villa María



 

Hola querido joven, querida joven de la Oleada, de la Radio. Hoy nos encontramos con un episodio de la vida de Jesús y sus discípulos, bastante particular que nos cuenta que Jesús estaba en la barca con sus amigos, que se desata una tormenta fuerte, una tormenta grande y que las olas empiezan a cubrir la barca. Pero que Jesús estaba dormido y que sus discípulos empezaron a tener miedo, empezaron a desesperarse y se acercaron a Jesús diciéndole “Salvanos Señor, nos hundimos”.

 

Este texto a mí siempre me ayuda a pensar en los momentos difíciles de mi vida, en los momentos complicados, de tristeza, de angustia donde hay mucha tormenta, donde las olas como que van cubriendo la barca de la vida, uno ya no ve, parece que todo está mal, parece que no hay solución y uno desde la fe descubre que Dios no está, que Dios esta dormido, que Jesús está dormido, que uno le grita y que Jesús no está, que parece que Jesús se ha olvidado de nosotros. Hay otra traducción que dice “No te importa que nos hundamos Señor”.

 

Pero que linda que es esta respuesta de Jesús “Por qué tienen miedo? Hombres de poca fe”. Es un texto que nos invita a confiar en que Jesús está presente con nosotros siempre, sobre todo en los momentos de tristeza, de desesperación y de angustia. Como con los discípulos del Maús, camina con nosotros aún cuando nos estamos desencantando y alejándonos de donde nos viene la vida. Él está siempre con nosotros, porque tienen miedo?

 

Que linda invitación a creer y a esperar en Jesús, ahí donde nos toque, sobre todo en los momentos de nuestra vida donde haya que tomar decisiones importantes, donde estemos pasando situaciones complicadas, donde estemos bastante a lo mejor angustiados en nuestra casa, la relación con nuestros padres, con nuestros amigos, cuando a lo mejor también nos mandamos alguna macana y nos dimos cuenta que le erramos feo…nunca descreer que Jesús está siempre y aunque parece dormido, Él le va a decir a la tormenta “Detente, detente”.

 

“Increpo al viento y el mar, y después vino una gran calma” dice el Evangelio. Que esa sea la calma y la paz que podamos experimentar creyendo que Él está con nosotros.

 

Que tengas una buena semana.

 

Oleada Joven