Has venido a visitarme
Como Padre y como amigo
Jesús, no me dejes solo.
¡Quédate Señor conmigo!
Por el mundo envuelto en sombras
Soy errante peregrino
Dame tu luz y tu gracia
En este precioso instante
Abrazado estoy contigo
Que esta unión nunca me falte
Acompáñame en la vida
Tu presencia necesito
Sin ti desfallezco y caigo
Declinando está la tarde
Voy corriendo como río al
hondo mar de la muerte.
En la pena y en el gozo
Sé mi aliento mientras vivo
Hasta que muera en tus brazos
Padre Pío