Evangelio segun san Mateo 12, 1-8

jueves, 14 de julio de
image_pdfimage_print

En aquel tiempo, Jesús atravesaba unos sembrados y era un día sábado. Como sus discípulos sintieron hambre, comenzaron a arrancar y a comer las espigas.
Al ver esto, los fariseos le dijeron: "Mira que tus discípulos hacen lo que no está permitido en sábado". Pero él les respondió: "¿No han leído lo que hizo David, cuando él y sus compañeros tuvieron hambre, cómo entró en la Casa de Dios y comieron los panes de la ofrenda, que no les estaba permitido comer ni a él ni a sus compañeros, sino solamente a los sacerdotes? ¿Y no han leído también en la Ley, que los sacerdotes, en el Templo, violan el descanso del sábado, sin incurrir en falta? Ahora bien, yo les digo que aquí hay alguien más grande que el Templo. Si hubieran comprendido lo que significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios, no condenarían a los inocentes. Porque el Hijo del hombre es dueño del sábado".


 

P. José Navarro  Asesor de la Pastoral Juvenil de la Arquiócesis de Tucumán

 

Una vez una chica se me acerco y me dijo: “padre…siento que mi fe es un gran peso, siento que me ahoga, que me aprisiona…”

 

En aquella oportunidad sentía que los libros se me quemaban. Le hice un par de preguntas para saber el origen de su sentimiento y me di cuenta que no era Jesús el que le pesaba o ahogaba, sino una gran presión moralista impuesta por los que estaban encargado de la pastoral del colegio al que ella asistía.
 
 
¡¡La fe en Jesús libera!! ¡¡No oprime!!Por eso en los versos 28-30 del cap. 11 Jesús nos invita a cargar con su yugo: y su yugo es libertad, amor, justicia, paz… Jesús se opone al fariseísmo que se dedicaba a controlar a los demás para descubrirlos en alguna falta, y que sometían al pueblo (o las personas) a cargas (o yugos) imposibles de llevar. En definitiva, le hacían decir a la palabra Dios cosas que Dios nunca las dijo.
 
 
En el evangelio de hoy vemos a los discípulos arrancando espigas en día sábado; día de descanso mandado por la Ley de Dios (Num 15,32-36). Pero la Ley de Dios nunca había llegado a decir que arrancar algunas espigas para comer violaba este descanso sagrado. En realidad, la obligación de descansar era una forma de asegurar que el hombre viviera con dignidad, que no se convirtiera en esclavo del trabajo, y tuviera un tiempo de serenidad para encontrarse con Dios.
 
 
Jesús acude a la misma Palabra de Dios para defender a sus discípulos. De hecho los sacerdotes ofrecen sacrificios el día sábado y no quebrantan el descanso sagrado. David come los panes consagrados que no le estaba permitido comer (Lev24,5-9; 1Sam21,2-7).
 
En el evangelio según san Marcos (2,23-28) leemos que las leyes están al servicio del bien del hombre, y si no cumplen esa función pierden su sentido: “El sábado está hecho para el hombre”.
 
Jesús nos muestra que ninguna norma es absoluta. En realidad lo único absoluto es Jesús: yo soy el camino, la verdad y la vida… nos decía el Señor.
 
La única ley absoluta es la del amor enseñada y vivida por Jesús. Por ello a los que criticaban a los discípulos por haber arrancando unas espigas para saciar su hambre, Jesús les recuerda un mandato bíblico mas importante, que ellos no estaban cumpliendo: “Quiero misericordia y no sacrificios” (Os6, 6).
 
Asi… que…adelante…Jesús nos sigue invitando a la hermosa experiencia de seguirlo…
 
¡Que tengan un lindo día!

 

Oleada Joven