En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: "La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa." Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: "Está cerca de vosotros el reino de Dios." Cuando entréis en un pueblo y no os reciban, salid a la plaza y decid: "Hasta el polvo de vuestro pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed que está cerca el reino de Dios." Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para ese pueblo." Los setenta y dos volvieron muy contentos y le dijeron: "Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre." Él les contestó: "Veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad: os he dado potestad para pisotear serpientes y escorpiones y todo el ejército del enemigo. Y no os hará daño alguno. Sin embargo, no estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo."
Palabra de Dios
Reflexión: Monseñor Mario Maulión | Obispo de la Diócesis de Paraná
El evangelio de este domingo está en el marco de lo que los domingos anteriores comenzamos a ver de ese trayecto que Jesús recorre hacia Jerusalén, partiendo de Samaria. Un trayecto que según dice el mismo evangelista Lucas, Jesús lo recorre decididamente, hasta señala con el rostro firme y sabiendo que con rapidez tiene que cumplir esa misión. Es un comienzo en Samaria que para Jesús es difícil porque lo rechazaron. Pero tuvo ante la acción de los apóstoles la característica de lo que El quiere realizar.
Los apóstoles querían castigar a ese pueblo samaritano, Jesús lo reprendió, El esta para salvar no para condenar. El camino este que esta recorriendo Jesús es el camino que van a recorren también los que lo precederán a El, para ir a los lugares donde el debía ir.
¿Cuáles son esos lugares donde debía ir? Todos los hombres. A cada hombre para ese trayecto que tendrán que recorrer los que van anunciando a El, les pone dos condiciones:
Oren, por que el trabajo es grande y hay pocos trabajadores. Oren, orar es lo que hizo y estaba haciendo Jesús momentos antes, lo hizo siempre, es decir, estar unido al Padre del cielo. Al Padre que escucha, El se alimenta con su palabra, su palabra es lo que trasmite, por que el hace lo que le vio a hacer al Padre. Oren es lo que mas hacia Jesús, para que hayan mas trabajadores.
Oren y en segundo lugar vayan, vayan a todos, vayan a donde El va a ir después. ¿En que condiciones van? Y las condiciones que ponen y el estilo, son exigentes y claros pero al mismo tiempo parece difícil de asumir y de realizar ¿Por qué? Los envía como ovejas en medio de lobos, es decir, los envía como un destino de muerte por que el lobo la va a matar a la oveja, no la va a cuidar. Al contrario de lo que podemos pensar nosotros, así Él nos envía. Por que así el fue enviado como el que viene a salvar, no mas, no es cuestión de tener muchas cosas y de distraerse de ir directamente al grano, no distraerse, porque las cosas también paralizan, cansan, y terminan muchas veces de apartar del destino que uno tenia fijado. Por eso como ovejas en medio de lobos, no perdiendo el tiempo y sobre todo llevando la paz. Si, vayan y den la paz, la paz que van a salvar al hombre, esa paz no como la que da el mundo sino esa paz como la da Jesús, como la dio El después de la resurrección y como la venia dando antes.
Lleven la paz y sanen, curen. No es por el poder propio que lo pueden hacer sino es por el poder que Jesús les da y sobre todo díganle a todos que el reino esta cerca. ¿Qué es este reino que esta cercano? En realidad es el mismo Jesús, que esta cercano a cada hombre que va a venir por su palabra, por sus sacramentos, que esta cercano para hacer que el Señor, el Padre, este reinando en cada hombre.
Y establecido esto los envió y dice el evangelio al final después de esta primera etapa, en esta misión, o un primer recorrido en este trayecto, ellos volvieron y manifestaron que estaban contentos. Por que hasta los demonios se le sometían, ¿había en esto un tentación de sentirse protagonistas los apóstoles, de sentirse que ellos estaban haciendo esto?, no lo sabemos si tuvieron esa tentación, lo que si sabemos que Jesús los corrigió: No se alegren tanto por esto, alégrense que están salvados, es decir, Jesús les había dado poder, caminen sobre serpientes, vencerán al enemigo, no serán dañados. De esto se podrán alegrar, sobre todo se podrán alegrar que sus nombres están escritos en el cielo, es decir, están en el cielo y el cielo es el lugar de Dios y estar escrito en el cielo, es como estar inscripto definitivamente como ciudadano para siempre de estar con Dios para siempre por todos los tiempos.
Esto definitivamente con el Señor es la ultima etapa de ese proceso, que se inicio cuando comenzaron a hacer discípulos, estuvieron con el y lo escucharon, después el los envió y estuvieron haciendo lo que El había hecho. Pero finalmente van a terminar con El y para siempre, esto es realmente el destino de lo que significa ser discípulo y misionero.
Sintámonos en este sentido convocados a seguir y a preceder al Señor a donde El quiera que vaya. Orando siempre yendo con decisión confiando en el poder del Señor, en lo que nos toque en cada momento y cada circunstancia de la vida. Porque lo mas importante de todo es que finalmente estaremos con Él y con los hermanos que así creyeron en El.
Que el Señor los bendiga