Vivir de amor es darse sin medida, sin reclamar salario aquí en la tierra. ¡Ah, yo me doy sin cuento, bien segura de que en amor el cálculo no entre! Lo he dado todo al corazón divino, que rebosa ternura. Nada me queda ya... Corro ligera. Ya mi única riqueza es, y será por siempre ¡vivir de amor!
«¡Vivir de amor, oh qué locura extraña -me dice el mundo-, cese ya tu canto! ¡No pierdas tus perfumes, no derroches tu vida, aprende a utilizarlos con ganancia!» ¡Jesús, amarte es pérdida fecunda! Tuyos son mis perfumes para siempre. Al salir de este mundo cantar quiero: ¡muero de amor!
Este será mi cielo y mi destino: ¡¡¡Vivir de amor…!!!