Te busco…

miércoles, 3 de agosto de
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Sólo en la noche profunda de la fe,
cuando callan la mente y la boca,
en el silencio total y en la Presencia Total,

 

dobladas las rodillas y abierto el corazón,
sólo entonces aparece la certeza de la fe,

 

la noche se trueca en medio día,
y se comienza a entender al Inteligible.

 

Mientras tanto, tenuemente vamos vislumbrando tu figura
entre penumbras, huellas,
vestigios, analogías y comparaciones.

 

Pero cara a cara no se puede mirar.

 

Eres el Dios de la Fe.

 

…Si yo soy el río, y tú el mar,
¿cuándo voy a descansar en Ti?

 

Te aclamo y reclamo,
te afirmo y confirmo.

 

Te exijo y necesito,
te añoro y te anhelo,

 

¿Dónde estás?

 

Aquel a quien nunca alcanzarán los silogismos;
Aquel que es para ser acogido, asumido, vivido.

 

Aquel al que se le "entiende" de rodillas,
en la fe, entregándose.

 

Eres el Dios de la Fe.


 

Ignacio Larrañaga

 

Maria Carolina Chahin