Evangelio segun San Mateo 18, 21-35; 19, 1-2a

miércoles, 10 de agosto de
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En aquel tiempo, Pedro se acercó a Jesús y le preguntó:
«Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?»
Jesús le contestó:
«No sólo hasta siete, sino hasta setenta veces siete».
Entonces Jesús les dijo:
«El Reino de los cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas con sus empleados.
El primero que le presentaron le debía mucho dinero. Como no tenía con qué pagar, el rey mandó que lo vendieran a él, a su mujer, a sus hijos y todas sus posesiones, para saldar la deuda. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba, diciendo:
“Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo”.
El rey tuvo lástima de aquel empleado, lo soltó y hasta le perdonó la deuda. Pero, apenas había salido aquel empleado, se encontró a uno de sus compañeros, que le debía poco dinero. Entonces lo agarró por el cuello y casi lo estrangulaba, mientras le decía:
“Págame lo que me debes”.
El compañero se le arrodilló y le rogaba:
“Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo”.
Pero el otro no quiso escucharlo, sino que fue y lo metió en la cárcel hasta que le pagara la deuda. Al ver lo ocurrido, sus compañeros se llenaron de indignación y fueron a contarle al rey lo sucedido. Entonces el rey lo llamó y le dijo:
“Siervo malvado, yo te perdoné toda aquella deuda porque me lo suplicaste. ¿No debías tú también haber tenido compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?”
Y el rey, encolerizado, lo entregó a los verdugos para que no lo soltaran hasta que pagara lo que debía.
Pues lo mismo hará mi Padre celestial con ustedes si cada cual no perdona de corazón a su hermano».
Cuando Jesús terminó de hablar, salió de Galilea y fue a la región de Judea, al otro lado del Jordán.

 

Palabra de Dios

 

 


 

P. Luis Cruz  Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Santiago del Estero

 

 

 

Oleada Joven