Día 7: Sevilla III

jueves, 11 de agosto de

 08:00 Tincho y Juanjo toman un tren de alta velocidad a Valencia. Si, la idea inicial era ir en aviones de bajo costo, pero como recordarán, anoche la jornada terminó cerca de las 4 de la mañana intentando reducir el equipaje. Le encontramos una solución al asunto, y cambiamos dos vuelos por 2 pasajes de tren. Los chicos suben al tren cual mudanza: llevan sus respectivas valijas, otra que es una duplex porque convertimos las valijas de Damián y Mili en una, una mochilota esas de mochilero que es de  Ceci, bolsas varias, y “las madres” por supuesto (Intentaremos agregar videito adjunto).

 

Mientras ellos suben al tren, el resto del team va a misa con las hermanas de la comunidad. Después de 17 minutos, si esta vez duró un par más, las hermanas nos invitan a desayunar. La escena sería más o menos así: Ceci, Mili y los hermanos Pedraza en un rincón de la mesa; alrededor el grupo de las hermanas amigas que nos atienden cuál abuelas con café, chocolatada, “zumos” (jugos), “bocadillos de jamón ibérico” (sandwich de jamón crudo), manteca, dulce, y etc etc. Se sientan con nosotros y compartimos un lindo momento de la mañana. Es como si nos conociéramos de siempre, se ríen con nuestras andanzas de la noche y se apenan con la partida de Martín y Juanjo.

 

Vamos a visitar la Catedral de Santa María de la Sede de Sevilla, imponente constucción gótica, la 3ra más grande del mundo, después de la de San Pedro en el Vaticano, y la de San Pablo en Londres. Fue construido a partir del 1402 sobre la antigua Mezquita mayor.  El calor es sofocante. Hay tres cuadras de cola, al rayo del sol. Gracias a Dios ya tenemos la entrada, que la conseguimos en otro edificio. Hay diferentes altares    dedicados a los santos, en donde se entremezclan diversos estilos artísticos; entre ellos encontramos varias imágenes de San Jerónimo que nos recuerda a Córdoba. Se destaca en el altar una custodia de plata de grandes dimensiones.

 

Oro y plata por todos lados, en su totalidad traídos de nuestra América en tiempos de la Colonia. Además hay  una escultura con cuatro figuras humanas, que representan cada una de las 4 provincias de España, que llevan en un cofre los que serían los restos de Cristobal Colón. En realidad no se sabe si están en Sevilla o en República Dominicana. Esta figura nos conduce a posteriores debates sobre la conquista, el papel de España en el desarrollo de nuestra patria y demases.

 

 

Damián y Mili están muertos de cansancio, la Catedral es realmente grande, y declarada por la Unesco Patrimonio Histórico de la humanidad. Llevamos como 2 horas mirando un sin número de cuadros, altares, esculturas, reliquias, la arquitectura de las diferentes alas del templo, copones, esculturas… Hay mucha gente,  es un museo, la gente saca fotos, se paga una entrada y podés caminar por todos lados.  Todavía queda la mejor parte. El otro hermano Pedraza entusiasma al equipo.

 

Subimos la Giralda, una torre y campanario construida por los moros, desde donde se puede contemplar toda la ciudad. Sobresalen las cúpulas de las iglesias, la plaza de toros, los espacios verdes esparcidos entre las construcciones antiquísimas, la inmensidad de la Catedral en donde estamos y el pintoresco patio de los naranjos sobre una de las alas. Cuenta la tradición que durante un terremoto, fueron Santa Justa y Santa Rufina, quienes intercedieron y evitaron que se derrumbara, por eso se las representa a ambas hermanas, una de cada lado, sosteniendo la estructura.

 

En el recorrido nos cruzamos con algunos chicos que vienen a la Jornada Mundial de la Juventud, entre ellos la delegación de Venezuela. La alegría aflora cuando te encontrás con alguien JMJ.

 

16,00 El calor, a esta altura, ya resulta insoportable. Los 37º quedan cortos. Los caballos que están en el casco central, en los que podés hacer un tour por la ciudad, parecen desmayarse. Hasta los cocheros se acuestan a la sobre a dormir una pequeña siesta. Comemos unos “montaditos” y “tapas” y nos volvemos a casa.

 

17,00 Después de la ducha, continuamos con la operación “deshacernos de equipaje”. La piecita del desapego se va poblando de los artículos más variados. Al final nos damos cuenta, que el espíritu franciscano funcionó muy bien, y nuestras valijas ya perdieron muchos kilos. Nos damos el lujo de recuperar algunos bienes. Lamentablemente cuando quisimos buscar los alfajores que supuestamente traemos de regalo para quienes nos alojan, ya no están. Y bueno, tendremos que conseguir algunos en el camino.

 

18:30 Las hermanas se empiezan a alterar; tenemos que irnos al aeropuerto pero seguimos preparando el equipaje. Bajamos con las valijas, y ahí están ellas en la puerta esperándonos. La despedida fue emocionante, con algunas lágrimas de las hermanas. Le agradecemos a Dios su paso en estos días a través de ellas.

 

20:00 Llegamos a Valencia, y está Carlos Llorens esperándonos. Él es otro de los miembros del equipo de Radio María que se nos adelantó unos días en Valencia. Invadimos la casa de Graciela Gallo Sotomayor, una argentina que reside en España hace algunos años. Con la sumatoria de Charly, ya somos más que multitud. El clima festivo invade la cena familiar. Inflamos los colchones, hacemos una repartija de la ropa de cada uno esparcida en todas las valijas.

 

Nos vamos a dormir tardecito, compartiendo con Charly, Graciela e Iván las anécdotas de estos días. Estamos muy expectantes, mañana iniciamos los días con las Diócesis, tempranito tenemos que ir a Gandía, donde nos encontraremos con parte de la delegación argentina. 

 

 

Oleada Joven