Parque del Retiro. Así dice el cartel. Los peregrinos están por todos lados, retiran frutas que ofrecen gratis en un gran puesto y buscan la sombra bajo algunos de los antiguos árboles que nos rodean. Los puestos de confesión se alinean en casi tres cuadras de pavimento y los voluntarios sonríen porque tal vez el verde los relaja como a nosotros. El sol pega muy fuerte en nuestra cara pero todo lo que se vive en esta Jornada nos hace olvidar cualquier incomodidad climática. Y esta nueva actividad es más que interesante.
Más de sesenta y ocho agrupaciones religiosas se organizan una al lado de la otra en los puestos que se le han asignado. Y esto paulatinamente va tomando la forma de lo que es. Una Feria de Vocaciones. Cada una de estas congragaciones expone de manera creativa sus actividades, carismas y formas de encontrar a este Cristo vivo que nosotros vinimos a abrazar.
Canto, baile, videos y por supuesto multitud de jóvenes en movimiento hacen de este nuevo evento un instante perfecto no solo para aprender sino también para profundizar en la fé.