Investigación demuestra que diplomáticos de EE.UU. y de la ONU promovieron el aborto como método de

viernes, 19 de agosto de
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NUEVA YORK, 19 de agosto (C-FAM) El nuevo libro de la periodista Mara Hvistendahl sobre el aborto selectivo en función del sexo demuestra cómo diplomáticos y políticos estadounidenses promocionaron activamente el aborto, a menudo a través de canales de la ONU, como medio para controlar la población en el mundo en desarrollo.

Un conjunto de pruebas históricas relaciona a los promotores del aborto y del control demográfico con la política estadounidense de ayuda económica para el desarrollo, con organizaciones como Planned Parenthood y con la secretaría de las Naciones Unidas.

William Draper Jr., General de la Segunda Guerra convertido en diplomático estadounidense, era un «acérrimo defensor del aborto», escribe Hvistendahl en su polémico nuevo libro  Unnatural Selection (Selección no natural). El general Draper dirigió el interés del gobierno por el control poblacional para que coincidiera con asuntos de seguridad y de desarrollo internacional en el mundo de la posguerra  vinculando los altos índices de fertilidad con la pobreza, y a esta con el posible incremento del comunismo en Asia. Draper promovió el aborto como un método viable de control de la natalidad y lo fomentó para disminuir la fertilidad, lo cual se esperaba que tuviera efectos económicos positivos en las naciones a las que estaba dirigido, evitando con ello condiciones favorables para las revoluciones populares.

El general Draper continuó asesorando a numerosas administraciones presidenciales en las décadas del 50 y del 60 acerca de la amenaza contra la seguridad nacional estadounidense que representaban las poblaciones explosivas en el mundo en desarrollo, recomendando el aborto y la «planificación familiar»  como la solución. El General fue «responsable de las primeras recomendaciones oficiales por las que el gobierno de Estados Unidos debía ayudar a otras naciones, cuando se solicitara, para afrontar problemáticas demográficas», escribió Planned Parenthood cuando lo honró  con el premio Margaret Sanger en 1966.

El general Draper también abogó por la creación del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés) en 1969. Observadores internacionales criticaron al UNFPA por promover la «planificación familiar» y el acceso al aborto como solución para el problema de la pobreza en países con vastas poblaciones o índices de fertilidad altos.

Su hijo, William H. Draper III, se convirtió en una de las figuras más significativas de las Naciones Unidas durante la década siguiente. Draper III fue designado director del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas en 1986. Durante su ejercicio, este programa amplió su financiamiento a nuevos niveles y dio origen a «Mujeres en Desarrollo», división que actualmente se centra en conseguir el acceso universal a la anticoncepción, en los derechos sexuales y el VIH, y en la integración de la perspectiva de género.  

Draper III también es miembro emérito de la junta directiva del Population Action International (PAI). El PAI fue fundado originariamente por el general Draper con el nombre de «The Population Crisis Committee» y continúa teniendo un papel dinámico en el apoyo de programas vinculados con la población, incluyendo el activismo durante la Conferencia de El Cairo sobre la Población y el Desarrollo en 1994.

La investigación de Hvistendahl y de otros reveló asimismo que políticos destacados como Henry Kissinger también promovieron el aborto en el exterior como herramienta para reducir la fertilidad en todo el mundo. Kissinger afirmó en un memorándum del gobierno, que data de 1974, que el aborto es vital para solucionar el crecimiento de la población mundial. «Ningún país ha reducido el crecimiento de su población sin apelar al aborto», rezaba el informe, que fue firmado por Kissinger.

Presidentes estadounidenses, entre ellos Lyndon Johnson, John F. Kennedy y George H. W. Bush, respaldaron de manera análoga la promoción del control demográfico en  países más pobres, por razones de seguridad norteamericana y de estabilidad internacional.

Traducido por Luciana María Palazzo de Castellano

 

M Lau